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El desayuno, se dice, es la comida más importante del día. Y eso no es del todo cierto, ya que todas las ingestas son importantes. Pero si lo fuera, se estaría haciendo oídos sordos a tal afirmación, dado que cada día miles de niños empiezan su jornada escolar con una mochila innecesaria de azúcar a sus espaldas.

Cuando tenemos hijos, es posible que el desayuno sea la ingesta que más cuesta enfocar desde casa, porque sin duda es aquella con la que tenemos más mitos, y también menos recursos que se salgan de lo convencional. Si a esto le sumas las prisas y agobios de las mañanas. Todo esto nos lleva a que por parte de muchas familias tengamos esa sensación de que nos dejan sin opciones.

Estrategias para conseguir un desayuno más saludable

El bol no es solo para leche y cereales

Estamos acostumbrados a que el tazón sea solo para estos productos. Sin embargo, este recipiente ofrece muchas más posibilidades. Da mucho juego para poner un yogur, añadirle fruta cortada, frutos secos. Añada a ese cuenco alimentos que sean saludables, y no siempre productos azucarados.

Deje de lado los jugos

Los zumos han dejado de ser un aliado para el desayuno y se han convertido en una de las fuentes de azúcar libre más desconocida y que más sorprende a las familias. Aunque los jugos no tengan azúcar añadido, se les ha desprovisto de la pulpa que contenía la fruta, de manera que tomarlos no es equiparable a consumir una pieza de fruta. Intente priorizar la fruta entera fresca o en el bol, tal y como se ha propuesto en el punto anterior.

Los huevos, un gran aliado

Es una manera de hacer un desayuno diferente, caliente, completo y saludable. Unos huevos revueltos son una forma perfecta de empezar el día. Y si se quiere ahorrar cocinar esa misma mañana, también se puede tener ya preparada en el frigorífico una tortilla que se pueda acompañar con tomate triturado o verdura asada.

¿Galletas? Mejor caseras

Las galletas o cereales de desayuno que hay en los supermercados rara vez son saludables. Si se quiere comer de manera ocasional algo dulce, en casa se puede hacer una hornada de galletas sanas. Para ello se usará avena en lugar de harina. Además de añadir fruta triturada para que sustituya al azúcar.

Tostadas sí, pero de verdad

Una tostada integral es el paso más sencillo para empezar a cambiar el desayuno familiar; luego solo hay que continuar por ese camino.

Que el tiempo no sea una excusa

Uno de los pretextos más frecuentes que se plantean para no desayunar saludable es el «no tengo tiempo». Pero se puede utilizar en beneficio propio el tiempo de la noche para que algunas preparaciones que requieren más dedicación «se hagan».

Otra posibilidad es dejar elaborados los batidos de fruta la noche anterior; si además se incluye un cítrico como naranja, mandarina o limón, se garantiza que se conserven mejor sus propiedades.

Vía: The Family Watch

 

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