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Es necesario conocer la importancia de los directorios y la conexión con el propósito de la empresa. ¡No olvides comentar y compartir!

Se ha comprobado que las empresas con propósito claro son capaces de trascender en el tiempo, encontrar el “POR QUÉ” motiva a las compañías a ser mejores, a conocer qué las inspira y cuál es el impacto que tienen en el mundo.

El timón de la empresa lo maneja el Directorio, éste es el máximo instrumento de dirección al que los accionistas delegan sus funciones, por ende, su tarea principal es ser el guardián del propósito. El que se encarga de resguardar su ADN.

En la actualidad, la mayoría de las compañías han optado por manejar estructuras de Gobierno Corporativo que incorporan Directorios, incluso las empresas familiares han introducido este concepto en sus protocolos de familia con la finalidad de que los procesos de sucesión se lleven de una forma profesional.

Un dato interesante es que más del 80% de los inversionistas están dispuestos a pagar un mayor valor por una compañía con buen Gobierno Corporativo y un propósito claro. Por lo tanto, claramente los Directorios, manejados adecuadamente, agregan valor.

 

 

Visión antigua y moderna de los directorios

Antiguamente, los Directorios estaban conformados por personas vinculadas familiar o afectivamente al accionista. En las sesiones se repartían abundantes reportes, pero no había un aporte significativo a la empresa. El Director no tenía claro cuál era el papel que debía realizar, cuál era el propósito de la empresa y no intervenía en la estrategia.

En la actualidad, la forma de administrar se asemeja más a la de los países del primer mundo, la mayoría de las empresas adoptan buenas prácticas de Gobierno Corporativo, donde las competencias de los Directorios se elevan al máximo nivel.

Los Directorios modernos tienen claro el propósito de la empresa. Definen junto con el equipo gerencial la estrategia corporativa, además de responder ante los accionistas, supervisan la gestión de la compañía, del equipo directivo y gestionan el consejo de administración.

Para lograr sus objetivos, el Directorio tiende cada vez más a reflejar el mundo actual; integrando diversidad, responsabilidad social, experiencia y equidad.

 

 

Perfil actual de los directores

La diversidad de pensamiento enriquece la inteligencia colectiva, por lo que es importante contar con diferentes perfiles de Directores. Académicos, antropólogos o millennials disruptivos e innovadores. Es fundamental también incorporar mujeres, cuya visión se enfoca más en derechos humanos, cambio climático e igualdad salarial.

El Director es un estratega que se caracteriza por la capacidad para analizar riesgos, aprobar un plan estratégico, aprobar compras y adquisiciones de empresas, además de tener la sensibilidad para contratar o destituir al Gerente General.

El Director debe estar consciente qué se espera de su gestión, se someterá a evaluación utilizado indicadores de gestión para medir su actuación en búsqueda de la mejora continua.

Directorios y gerencia general

El Directorio y el Gerente General necesitan estar alineados para sacar adelante la estrategia. Es importante contar con un Gerente General que entienda y viva el propósito, que lo pueda describir en pocas palabras. Sin embargo, no conviene mezclar su función con el papel de los Directores. El no diferenciar los roles incluso podría entorpecer la gestión de control del Directorio.

Es tan importante el Gerente General que en ocasiones el mercado ha sido capaz de premiar o castigar las acciones de una empresa sólo por la salida o llegada de un nuevo CEO.

Para entender el propósito y que el Directorio tenga éxito, hoy más que nunca en este mundo BANI (frágil, ansioso, no lineal e incomprensible) post pandemia, necesitamos Directores que sean líderes empáticos, que interactúen con las personas, que se preocupen por su gente. Lideres que generen climas donde hay segundas oportunidades, donde la integridad no es negociable. Donde las personas son escuchadas.

Líderes que valoren la creatividad y que permitan equivocarse, que valoren más la capacidad que la experiencia, Lideres humildes, que no les den importancia a los títulos.

Que sean felices con su trabajo, con compromiso y capacidad de adaptación.

Un Directorio con optimismo, valentía, decisión, curiosidad, sinceridad, compromiso, ganas de innovar e integridad se convierte en una herramienta fundamental para mantener el propósito o redefinirlo si es necesario.

Al fin y al cabo, la clave del éxito de las empresas recae en su gente, en cómo viven el propósito y cómo logran conectar con la marca.

 

 

Escrito por: Irene Miranda, MDI, Máster en Dirección de Empresas.

 

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