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Padres de familia y colectivos pro vida de la sociedad civil lanzaron campaña «Ecuador en Resistencia» dándose cita el sábado 22 de febrero en el Parque Centenario de Guayaquil a las 11h00 para marchar en defensa de la niñez ecuatoriana y en resistencia a la sentencia la Corte 95-18-EP/24.

En declaraciones hechas a la prensa, el ex procurador síndico de Guayaquil Christian Castelblanco hizo un llamado a los padres de familia a involucrarse con el fin de evitar la inserción de enseñanzas sobre ideología de género en las aulas ecuatorianas desde temprana edad.

Sucede que la Corte Constitucional mediante sentencia 95-18-EP/24 relacionada con el caso «Salinas» ordena al Ministerio de Educación implementar protocolos de acompañamiento para niños que deseen cambiar su género desde los 5 años en todos los colegios y escuelas del país.

¿Que significa esto y cuales podrían ser las consecuencias? pues en palabras sencillas se podría decir, entre otras cosas, que nuestros niños pequeños podrían verse obligados a reconocer como varón a una niña o viceversa desde temprana edad en del lugar donde estudian, lo cual violaría la virtud de la justicia ya que todo niño tiene derecho a ser educado en la verdad y derecho a aprender a reconocer la más grande y bella diferencia que hay entre el hombre y la mujer: la sexual. Diferencia que en unión recíproca es capaz de generar vida, familias y preservar la reproducción natural de la especie humana.

Por una parte, el caso «Salinas» se refiere al de un niño de 5 años (quien hoy en día ya es adolescente y vive en el exterior) que se autopercibe niña y demanda al colegio donde estudió en la provincia se Santa Elena porque no le permitió ir vestido con falda cuando los niños usan sudador y además por no dejarlo entrar al baño de las niñas ni promover que sus compañeros lo traten como niña. Lógicamente lo más probable es que el colegio haya tomado esas decisiones por defender el derecho de los demás niños a ser educados en la verdad.

Por otra parte, hay otro caso en la Corte sobre el cual pronto deberán pronunciarse los jueces: el caso «Amada». Corresponde al de una adolescente trans que demandó al Registro Civil porque no le permitió cambiarse el sexo en su documento de identidad, y pretende que por ello la Corte emita una sentencia que permita que cualquier niño o adolescente pueda cambiar su género según su auto percepción. Que la Corte haya dado trámite a esta demanda, podría parecer una incapacidad por parte de nuestras autoridades para resistir a la presión ejercida por un pequeño grupo de activistas, que pretenden que los niños y adolescententes puedan autopercibir su género y plasmarlo en un documento legal, aún sin el consentimiento se sus padres.

La ciencia indica que el proceso de madurez en el ser humano se va desarrollando con los años, por lo cual, los niños no pueden votar, conducir, prepararse comida y/o mantenerse solos. Entonces, no parece lógico permitir que los niños puedan manipular documentos legales. Además, el caso podría crear un precedente y abrir las puertas a que los niños puedan elegir también tener relaciones sexuales con adultos según su auto percepción o usar hormonas, mutilar sus órganos reproductores y quien sabe que otras barbaridades más.

Teniendo claro que los niños son niños y tienen derecho a una educación fundamentada en la verdad, la ciencia, conforme nuestra cultura y tradiciones patrias, que promueva la virtud de la justicia y la paz; tal vez sea oportuno que todos nos involucremos un poco más y alentemos a los nuevos jueces de la Corte a emitir una sentencia sobre el caso «Amada» que respete verdaderamente los derechos de todos nuestros niños.

Por Estela de Furlato vía LaRepública

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