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El amor propio dependerá de ti, de cómo te ves, lo que piensas de ti, de cómo te tratas y más.

“El amor es una cura milagrosa. Amarnos a nosotros mismos hace milagros en nuestras vidas”, Louise L. Hay.

El amor propio debe ser ese sentimiento que deberíamos alimentar día a día. La ausencia de ese sentimiento nos lleva a dejar de lado nuestros gustos, preferencias o mantener relaciones que puedan ser perjudiciales para tu salud emocional. Vivir sin ese amor propio, es vivir en conflicto con nosotros mismos, pregúntate: ¿Cuidarías algo que no te gusta? Cuando algo no nos gusta o alguien simplemente no nos cae bien, nos alejamos de esa persona. Sin embargo ¿Cómo haces para separarte de ti mismo? ¡Es imposible!

Es la forma en como tú te ves, en lo que piensas de ti, cómo te tratas, y por consecuente es la forma en la que tratamos a los demás. Todo esto nos lleva a definir el valor que nos damos como persona. Pero siempre que hablo del amor propio a las personas le nacen las mismas interrogantes: ¿Cómo sé que voy por el camino correcto? O ¿Qué tengo que hacer para desarrollar mi valía personal?

Siempre explico que el amor propio es un triángulo, el cual posee 3 puntas las cuales hacen a la figura geométrica más fuerte de todas, estas tres puntas en el desarrollo de nuestro amor propio son: aceptarse, enriquecerse y darse.

 

 

Aceptarse

Te imaginas, a personas que solo se pase quejando de sí mismo. Cada uno de nosotros cuando nacemos somos perfectos y llegamos a acariciar la felicidad, así como somos. Es a medida que crecemos, y experimentamos nuestro entorno familiar, económico, social, etc. que nos empezamos a formar una idea de cómo deberíamos de ser, entrando a nuestra programación mental falsos conceptos que nos vende nuestra sociedad sobre lo bueno y lo malo, sobre lo bonito y lo feo, sobre lo correcto y lo incorrecto.

Una persona que tiene poca aceptación hacia sí mismo vive en un estado de inconformidad lo cual lo lleva a comparaciones, y como resultado de esto tenemos a una persona con frustraciones, el simple hecho de ver o conocer a alguien con una mejor condición económica o un mejor puesto laboral, son situaciones que pueden llegar a invadir nuestros pensamientos y, a considerarnos no merecedores de todos los dones y privilegios de la vida.

 

 

Enriquecerse

¿Cómo definirías a alguien que se acepta, pero no contribuye positivamente a tu vida? ¿Alguien vacío? Es increíble como la felicidad de una persona está estrechamente ligada a su desarrollo personal, pero aún más increíble es que la gente sabiéndolo no hace mayor cosa por sentirse que está avanzando.

El crecer intelectualmente es aquello que nos permite nutrir nuestros conocimientos, pero el desarrollo personal va más allá de la obtención de un título universitario o superior ¿Te has percatado de personas que profesionalmente son exitosas, sin embargo, tienen conflictos consigo mismos, con los demás o sufren de depresión o personas económicamente estables pero que sufren de ansiedad o depresión? Eso sucede porque todas las personas como mínimo tenemos 7 áreas a desarrollar: espiritual, profesional, familiar, financiera, social, salud y amor.

Mantener el un equilibrio en cada una de estas áreas te ayudará a enriquecerte como persona, lograr un desarrollo personal integral y en su momento (y nuestro siguiente paso) compartir esa felicidad con alguien.

Darse

¿Qué pasa si una persona se acepta y se enriquece constantemente, pero no comparte eso con sus seres queridos? Simple es egoísta. La última punta del amor propio es el «darse», pero ya no el darse esperando una retribución de la parte del otro, tratando de forma inconsciente de cubrir una carencia afectiva.

Si alguien te dice que te quiere, que eres buena, que eres hermosa, inteligente, pero tú no crees serlo… ¡Te va a tener en su poder! Por lo que vas a necesitar a esa persona todo el tiempo para que te lo recuerde, se va a volver como una droga para ti y a cambio de recibirla, vas a estar dispuesta a hacer lo que sea por quién te lo dé.

 

 

Nunca olvides

Las consecuencias de no tener amor propio son alarmantes y cubren muchos de los temas que se tocan actualmente que afectan a los jóvenes y adultos. Es la raíz de las ideas de suicidio, de las conductas autodestructivas, del abuso de sustancias tóxicas, de trastornos de alimentación, depresión, insomnio, entre otros trastornos psicológicos.

 

 

Escrito por: Andrés Borbor C., Psicólogo General.

 

 

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