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En esta oportunidad los invitamos a leer y compartir una nueva historia titulada: «el día en que el marketing se encontró con la verdad».

Esta es una historia digna de ser contada, es de aquellas en donde lo imposible se vuelve posible, en donde al final los buenos tienen un final feliz; parece extraño que un artículo así se desarrolle dentro de una campaña política, cuando tradicionalmente la política ha sido motivo de tanta vergüenza, frustración y dolor; pero no se equivoque esta es una historia de esperanza, una de esas que refresca y llena de positivismo a todos quienes deseamos que la política construya una sociedad mejor.

Aquel 13 de marzo, los titulares empezaron a llenarse de mensajes, como: «El milagro de las elecciones», «El fenómeno electoral», «La maquinaria de la fe», etc.; pero cuando incursioné en esta campaña y conocí a Mauricio Giraldo y Luis Miguel López, eran sólo dos seres alegres y llenos de fe, personas que como usted o como yo, estaban cansados de la desconexión entre los políticos y las necesidades reales de la gente.

Y aunque ellos nunca dejarán de ser los seres sencillos que conozco, Mauro y Luimi (como lo llaman sus amigos), dentro de poco se convertirán en Senador de la República y el Representante más joven a la Cámara del parlamento colombiano.

Ha pasado un mes después de que las Elecciones Colombia 2022 sorprendieron hasta a los más expertos, aquella noche los medios empezaban a transmitir un hecho insólito, dos desconocidos habían ganado las elecciones con una votación inexplicable, venciendo a personajes icónicos y con ello a grandes maquinarias electorales.

Desde ese día, los medios de comunicación han buscado razones hasta debajo de las piedras, para poder explicar: ¿Cómo es posible que gente común, totalmente desconocida y sin experiencia en política, sin padrino o maquinaria electoral, sin presupuesto comunicacional, en una campaña corta con pensamiento propio, dentro de un sistema que favorece a los grandes partidos, hayan llegado en tres meses a lograr lo imposible y convertirse en lo que llaman «la gran revelación»?

 

 

LA DECISIÓN CLAVE

Debo confesar que nada fue color de rosas, como asesor revisaba los indicadores iniciales, y textualmente «el marketing nos daba por muertos», y en vez de desalentarnos eso nos dio mucha más motivación.

Ya partíamos de un hecho inusual: la finalidad de los candidatos no era solamente ganar, sino aprovechar la oportunidad para dejar un mensaje de esperanza, alivio y fe sin importar el resultado; esa señal de pureza y preocupación honesta por el bienestar del prójimo hizo que sigamos adelante en momentos donde otros hubiesen apagado la luz y cerrado la puerta.

Más motivación aún era el saber que los números nos daban por muertos, ni siquiera muertos: «Inexistentes sería la mejor definición», pero como gente de fe (me incluyo también) entendíamos que si llegábamos a «algo» habríamos presenciando «un verdadero milagro»; en los cuales creo, pero que no esperé ver en política; y aquel 13, en vez de ser un día de mala suerte, fue el día donde «la mano de Dios» se hizo presente, la verdadera… no la de México 86.

Lo que hicimos fue sencillo, teníamos la oportunidad y la obligación de ser genuinos, la campaña fue basada en la verdad, y no en la percepción… cuando eso ocurre se siente porque la verdad trasciende, cala, conecta por el simple hecho de que: «la verdad tiene luz propia», una que traspasa hasta al corazón más duro.

Quieras o no, hay algo muy interno que te lleva a reconocer cuando alguien es totalmente genuino. Así que si el marketing nos daba la espalda nosotros también lo haríamos! Jamás nos importó el número final, el riesgo o el qué dirán; no existieron maquillajes, porque las palabras de verdad tienen belleza propia, y esa era la única condición, era la única exigencia.

 

 

La campaña

Pero la decisión planteaba un reto: «hacerlo todo distinto» porque iba a ser una campaña diferente, donde cualquier experiencia pasada serviría muy poco. Empezamos presentando a los candidatos tal cual lo haría un padre cuando presenta a una «quinceañera ante la sociedad», pero lo asombroso estaba en los detalles, en lo que llamo «una vida de congruencia».

Descubrí que la idea de que estos dos comerciantes incursionen en política no fue de ellos, de hecho jamás en su peor pesadilla pensaron en esto; fue idea de personas que conociendo sus testimonios de vida les propusieron participar. Sí, así de loco fue; tan descabellado como si un día su vecino le tocara la puerta y le pidiera que deje de hacer asados y en vez de ello se convirtiera en vegano. Y después de meditarlo en oración, de pedir apoyo y permiso a sus respectivas esposas dijeron que SÍ.

¿Quién en su sano juicio deja una vida próspera, estable y tranquila para meterse en un ambiente inestable, inseguro y oscuro? ¿quién en pleno siglo XXI ante la necesidad del prójimo abandona su vida para entregarla al servicio de desconocidos? ¿Cuántos hombres le piden permiso a sus esposas? ¿quién reza ante las decisiones trascendentales de su vida? ¿quién dice confiado SI sin esperar nada a cambio?

La respuesta es sencilla: sólo aquel que tiene claro su sentido de vida, aquel que siente el fuerte llamado de: salir, ayudar, servir y hacer el bien por el prójimo; eso no debe nacer de una candidatura, sino de una vocación, un llamado… que a veces sorprende y llega antes de lo esperado.

El llamado no convoca al preparado, sino que prepara al que ha sido llamado. Eso es lo que descubrimos, el factor común entre ellos es que desde hace más de 10 años, ambos estaban sirviendo anónimamente como misioneros, sin ninguna recompensa material, sólo la satisfacción espiritual. Ahí entendí porque habían dado su SÍ, entendí por qué la presencia de ellos llenaba el lugar, el salón se encendía de alegría cuando ellos entraban; y es que una vida congruente transmite un magnetismo especial, resultado de una vida con sentido.

¿Gente buena en política, por qué no?

Generalmente se piensa que los buenos entramos en desventaja, porque los malos están dispuestos a todo y los buenos estamos condicionados a la moral y las leyes. No hay nada más equivocado, ese pensamiento subestima el poder del bien, y si usted es parte de los que piensa así, es mejor que cambie su creencia, ese es justamente el motivo por el que los malos nos tienen arrinconados, y la razón por la que ellos están en el poder, con respetables excepciones.

Pero no nos distraigamos, hablábamos del poder que tienen los buenos. Había subestimado que un misionero tiene la sensibilidad de entender la necesidad desde la raíz, y con ello el dolor profundo que existe en cada ser humano, la capacidad sincera de compadecerse, alentarlo y comprometerse; son arquetipo cuidador por naturaleza y convicción; especializados en el amor y conexión, pero pienso que toda persona buena tiene la capacidad de hablarle al alma.

Cuando la gente los conocía: les creían y se unían; y esa era una gran señal, porque si algo he aprendido en la vida es que lo malo divide, lo bueno une. Su fuente para lograr esto era Dios, son personas de misa diaria, antes de cada reunión hacían una pequeña oración para decidir lo correcto.

Recuerdo cuando una «viejita», que después de conocer a Mauro, se acercó y le dijo: estoy en mi lecho de muerte, me quedan unos meses de vida, pero moriré tranquila porque lo conocí, y dijo algo más: «desde hoy le ofreceré a Dios todos mis dolores por verlo ganar… voy a rezar por usted». ¡Cómo no llorar, cada vez que Mauro quebrado de llanto intentaba contar la historia! Pero esa historia no es la única, esa fue la tónica de la campaña.

Nunca se necesitó dinero para llenar un evento con falsos militantes, tampoco fueron indispensables las bases políticas, que como es común tienen intereses políticos, estos candidatos entraron con un historial de honestidad absoluta y sin ninguna atadura o compromiso, como siempre quisiéramos que sea!.

Tampoco se requirió de líderes barriales, y aún así se llegó a tener una estructura de miles de voluntarios, que trabajaron día y noche, no por los candidatos, sino por lo que ellos representaban, un sueño, que era el sueño de muchos.

Conmovía hasta al más incrédulo ver la entrega, las llamadas de apoyo por teléfono, volcados en las calles, y también en las iglesias rezando, muchos haciendo vigilias agarrando el rosario para que «se haga el milagro» ¿Cuál? que hombres de bien entren a dar luz de esperanza y con ello abran las puertas para que más como ellos llenen los espacios de poder en los próximos años. Que ironía, dónde ha llegado la sociedad para que veamos como «milagro», que gente de bien incursione en la política.

 

 

EL SECRETO

Pero una campaña no sólo la gana la persona, la ganan las ideas detrás de ella, son ellas las que despiertan las emociones; así que si bien contábamos con misioneros expertos en servir, sin pasado político, sin historias negativas existía una «posible debilidad»… ¿Cómo asegurar que la gente buena sin experiencia, se convierta en un gobernante efectivo?.

Si antes les había hablado de «la mano de Dios», ahora les hablaré del gol del siglo; pero antes recuerde esto: «las personas buenas atraen, y con ello inspiran a otros a hacer su parte». Y fue así como ocurrió.

Conciudadanos, el think tank de pensamiento político y social más importante de América latina, con sede en Colombia y recientemente abierto en Ecuador; al verse atraído por la honestidad y las ganas heroicas de querer servir, por parte de estos hombres de fe, no dudaron ni un segundo en depositar toda su confianza en ellos, e inspirados en la candidatura de manera desprendida, les donaron 20 proyectos de ley ya terminados para tenerlo listo en su primer día en el Senado.

Un trabajo que involucró a más de 400 personas, entre especialistas y voluntarios y que había demorado años de realización. Todo con la finalidad de promover los valores, la vida y la familia. Con ello la candidatura pasó a tener, equipo, trabajo y un bagaje de experiencia.

Con ese punto de partida, los candidatos perfeccionaron, adaptaron y complementaron los proyectos. ¡Qué irónico! una filosofía muy contraria a la del político tradicional el cual nos dice: «Déjame ganar para poder trabajar», mientras que Mauro y Luismi decían: «Voy a trabajar para poder ser digno de llegar».

 

 

LA CAUSA

La causa partió de dos ideas sencillas; el núcleo de la sociedad es la familia, por ende el enfoque debía estar centrado en ello; es decir el razonamiento fue que si las familias están bien, la sociedad también lo estará.

Y la otra idea muy clara era que no serían los políticos tradicionales los que harían este trabajo, porque nadie en su sano juicio, pondría a su familia en manos de un político; por ende el rescate de los valores familiares debían salir desde su misma fuente, de ahí se desprende nuestra causa «Unión Familia», y la promesa es sencilla nadie cuidará a su familia mejor que usted.

Unión Familia, estuvo basado en 3 ejes: familia, trabajo y dignidad. El mensaje fue muy humano y cercano, pero radical; justo contrario a lo que hoy hacen los políticos tibios, que leyendo encuestas frías terminan diciendo frases ambiguas con la finalidad de complacer a todos; en esta campaña a lo bueno lo llamábamos bueno y a lo malo… malo. Así de simple, con mucho amor por la persona, pero duros con las ideas equivocadas.

Tocamos cada flagelo, tanto de aquellos de los que todos hablaban:corrupción, injusticia, economía, desempleo, como también de aquellos que normalmente se callan: ideología de género, aborto, eutanasia, valores y educación de los hijos.

LA REFLEXIÓN

1. El momento de reaccionar es ahora, porque para cambiar nuestros países muchos buenos deben entrar al poder y por ende a la política; no esperemos más, la estamos pagado muy caro! como decía Platón: «El precio de desentenderse de la política es el ser gobernado por los peores» y está pasando.

2. Daniel Molina, ecuatoriano como yo, gran amigo y especialista en campañas, repite una frase muy cierta: «creatividad mata chequera», y después de la experiencia que me tocó vivir, puedo decir sin temor a equivocarme que «el poder de la verdad vence a ambas», porque un llamado sincero, y un trabajo con sentido puede vencer al socialismo o a cualquier otro Goliat.

No hay que tener miedo; aunque la indignación y la desconfianza se apoderen de Ecuador, o el socialismo amenace Colombia, siempre puede existir la posibilidad de que usted se convierta en el próximo gran milagro de las elecciones, porque siempre hay una forma profesional de lograrlo.

3. Escribí, porque esta historia sólo podía ser contada desde adentro; como asesor de campaña, viendo el partido para atrás, puedo decir que tuve los mejores ingredientes a la mano, sólo que desde un principio no supe reconocerlo, era cuestión simplemente de servir el plato. He visto un milagro y estoy muy agradecido por ello.Gracias Juli, Sebas, Rodri, Mauro y Luismi.

4. A Dios, mi esposa, mi familia, y mis hijos a los que quiero dejarles un mejor mundo les dedico mi esfuerzo; y también a aquella viejita… la de la historia, espero sinceramente que siga viva; pero si no es así que se escuche hasta allá arriba: ¡lo logramos!

 

 

Escrito por: Eduardo Reinoso Negrete, Gerente General – Profits Consulting Group.

 

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