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El 1 de julio el Club San Lorenzo de Almagro tomará posesión de los terrenos sobre los que erigirá su nuevo estadio, el cual rendirá homenaje al Papa Francisco.

El ansiado regreso a Boedo, ese que se convirtió en una suerte de motor de la existencia del club azulgrana, preciado hito tan anhelado como el más importante de los torneos, está más cerca. Como anunciaron años atrás, el presidente de San Lorenzo confirmó este mes que dígase lo que se diga, el club rendirá homenaje con el nombre de su tercer estadio, el del regreso a Boedo, con el de su más ilustre simpatizante, Papa Francisco.

El 30 de junio habrá una fiesta para preparar el histórico evento del regreso al predio de Avenida La Plata al 1700, donde estaba el mítico Viejo Gasómetro cuyas gradas el joven Jorge Bergoglio tanto recuerda cada vez que se le pregunta. El horizonte aún se perfila lejano, puesto que para construir el estadio se precisan de 70 millones de dólares. Pero lo logrado hasta el momento ilusiona… El estadio, cuya construcción inicialmente se iba a iniciar en 2018, albergaría a al menos 38 mil personas sentadas en butacas y palcos, tendría unas dimensiones de campo de juego de 105×68, oficinas para usos múltiples, entre otras amenidades.

Regreso a Boedo

Fue en 2012, cuando el regreso a Boedo, barrio porteño que tuvieron que dejar por necesidad y presión estatal en 1979 y que llevó a que durante más de una década el club no tenga estadio, comenzó a hacerse realidad. En aquella ocasión, más de cien mil simpatizantes salieron a las calles y recolectaron más de ocho millones de dólares para comprar el predio a la cadena Carrefour, que tiene allí instalado un hipermercado que funcionó hasta hace apenas semanas.

El regreso a Boedo supone además una inyección social importante para el barrio, ya que el Club, al menos propuso en su proyecto inicial, acompañaría la presencia con una escuela primaria y secundaria con posibilidad de becas para los chicos más humildes, un centro comercial y un destacamento de la Policía Metropolitana.

El papa Francisco nunca ha ocultado su pasión por el club San Lorenzo, del que es socio número 88.235, y del que toda su familia era simpatizante. Su padre jugaba en el plantel de Básquet de San Lorenzo. De niño iba al Viejo Gastometro, aquel emplazado en los terrenos a los que hoy se quiere regresar, conocido por sus históricas gradas de madera. Siempre recuerda la campaña del San Lorenzo campeón de 1946.

Socio Honorario

En 2008, siendo ya Arzobispo de Buenos Aires y cardenal visitó el Club para celebrar la Misa por el centenario del Club, y fue nombrado Socio Honorario. Es de los pocos reconocimientos que aceptó durante su vida, ya que siempre los rehusó. En 2011, volvió al Club para la primera Misa celebrada en la recientemente construida capilla “Padre Lorenzo Massa”, en reconocimiento al fundador del club, y presidió una Eucaristía en la que 11 niños recibieron su primera Comunión, y 8 jóvenes la Confirmación. Ese día, el club había decidido celebrar por primera vez las Fiestas Patronales, en honor a María Auxiliadora. Del manto de María Auxiliadora el padre Massa había elegido los colores azul y granate de la actual camiseta del Club.

“No importamos los colores de otro lado, se los pedimos a la Virgen”, expresó en aquella ocasión el cardenal Bergoglio, y pidió: “Nunca saquen a María Auxiliadora del club porque es su madre, ya que San Lorenzo nació en (el Oratorio) San Antonio bajo la protección de la Virgen”. Ese día, Bergoglio, de bebé bautizado en la Basílica de María Auxiliadora y San Carlos.

Cada victoria resonante desde que asumió como Papa, fue motivo de risas y hasta burlas del Papa para con algún compatriota suyo.

Aunque no es el único ilustre hincha del Cuervo por el mundo, difícil es obviar al actor Viggo Mortensen que no hace apariciones públicas sin referencias a San Lorenzo, el Papa tendrá el honor de llevar su nombre ligado a la historia del Club en el estadio del regreso a Boedo.

Vía Aleteia

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