Las intolerancias se pueden desarrollar a cualquier edad, por lo tanto, es importante escuchar a nuestro cuerpo, examinar nuestros hábitos y actuar para eliminar los síntomas.
Una intolerancia alimentaria se define como una respuesta anómala del organismo frente a un alimento o aditivo. En la actualidad, hay mayor incidencia de este problema debido a que se consumen más alimentos procesados con aditivos, conservantes, colorantes, saborizantes y otros químicos, los cuales son perjudiciales para la salud.
Es importante detectar las intolerancias alimentarias a tiempo, ya que pueden provocar permeabilidad intestinal, en la cual hay una pérdida del grosor de la barrera intestinal, dando lugar a que los alimentos que no se digieren correctamente pasen al torrente sanguíneo. Esto provoca infecciones y problemas del sistema inmune.
¿Alergia o intolerancia?
En las alergias existe una reacción del sistema inmune causada por la creación de anticuerpos IgE o de células, mientras que en la intolerancia alimentaria se trata de un problema digestivo y no hay reacción inmunitaria.
Las intolerancias alimentarias más comunes son:
- Gluten (trigo, cebada, centeno).
- Lactosa (queso, leche, yogur, mantequilla).
- Histaminas (vino, chocolate, enlatados, quesos maduros, frutas cítricas, maní, garbanzos, tomate y espinaca).
- Fructosa (frutas).
Las alergias alimentarias más comunes son:
- Huevos
- Frutos secos
- Soya
- Mariscos
- Leche de vaca
- Trigo
Los síntomas de las intolerancias alimentarias son flatulencias, hinchazón, dolor estomacal, estreñimiento, fatiga crónica y anemia. En cambio las alergias alimentarias presentan signos como afecciones dermatológicas (picazón, eczema y urticaria) e hinchazón de alguna parte del cuerpo y síntomas como dolor abdominal, diarrea y mareos.
Pruebas de diagnóstico
Para diagnosticar una alergia alimentaria se puede revisar los síntomas, antecedentes familiares, exploración física, pruebas cutáneas, análisis sanguíneo del anticuerpo IgE, dieta de eliminación (se elimina durante 1 o 2 semanas el alimento sospechoso) y prueba de provocación oral con alimentos (se da una pequeña cantidad del alimento del que se sospecha que provoca los síntomas).
Por otro lado, para diagnosticar una intolerancia alimentaria se puede realizar biopsia del intestino delgado y test de hidrógeno espirado. Hoy en día hay muchos test para diagnosticar intolerancias, los cuales no tienen suficiente evidencia científica y son de muy alto costo, por lo que es importante asesorarse adecuadamente por un profesional, ya que los diagnósticos incorrectos pueden provocar dietas muy restrictivas, causando problemas más graves de salud.
Una herramienta de gran ayuda es llevar un diario de comidas, en el cual se puede anotar la cantidad de lo que se come, el horario y los síntomas o signos que surgen luego de ingerir los alimentos.
Tratamiento nutricional
Es probable que en el tratamiento haya ciertas restricciones en la alimentación para mejorar los síntomas, lo cual debe ser manejado adecuadamente para que el paciente no tenga déficits nutricionales. Luego del diagnóstico es importante cuidar la salud intestinal por medio de las siguientes recomendaciones:
- Consumir alimentos orgánicos.
- Consumir probióticos (cápsulas, kéfir, yogur, kimchi, sauerkraut y té fermentado) y prebióticos (ajo, cebolla, guineo, espárragos, alcachofas, avena, puerro y legumbres).
- Consumir fibra a través de frutas, vegetales, granos y cereales integrales.
- Consumir grasas buenas (aguacate, coco, frutos secos, aceite de oliva extra virgen, aceite de coco extra virgen, aceite de aguacate extra virgen).
- Consumir proteína animal de buena calidad.
- Hacer ejercicio diario.
- Beber agua.
- Evitar los alimentos procesados.
- Evitar el alcohol.
- Evitar los edulcorantes artificiales.
- Evitar los antibióticos.
- Evitar el estrés crónico.
El factor genético influye en las intolerancias alimentarias, pero también es importante considerar factores externos desencadenantes como consumir alimentos procesados, la contaminación ambiental, la presencia de contaminantes en los empaques de los alimentos y deficiencias nutritivas por mala alimentación. Por lo tanto, la dieta de eliminación puede resolver los síntomas y, en algunos casos es posible reintroducir el alimento nocivo sin provocar reacciones serias, no obstante, debe hacerse bajo la supervisión de un profesional.
Por Lcda. Melissa Coto
Nutricionista y dietista
Ig: @nutrimelicoto