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Viviendo en un entorno atestado de imposiciones sociales, ser fieles a nosotros mismos es todo un reto.

Hace unas semanas hablaba con una paciente, y me desconcertó cuando me dijo que iba a sacar su celular porque necesitaba mostrarme aquello que no sabía cómo explicar. Abrió sus redes sociales (Instagram, luego Facebook) y, mientras pasaba las imágenes, me dijo: “¿estás viendo? ¿Sí ves? A esto estoy expuesta diariamente: el cuerpo que debería tener, la ropa que debería usar, lo que está de moda y ahora me toca comprar, aunque claramente no puedo, los tratamientos para la piel que aparentemente necesito hacerme y las medidas en las que debo encajar. Es demasiado para mí. ¿Ahora entiendes por qué me siento así?”

Y claro que entendí. No voy a generalizar, a unos puede afectarnos más que a otros este tipo de influencia, pero, lo que sí me atrevo a afirmar es que todos, en un momento u otro, nos hemos visto aquejados por esta situación.

Se nos bombardea constantemente con imágenes de personas que, supuestamente, han alcanzado el grado de perfección, creando estereotipos que son una mirada distorsionada y artificial de la realidad.

Aceptarnos sin importar los patrones

El problema es que no vemos las redes sociales o los medios de comunicación con objetividad, sino a través del lente de nuestras propias vidas. Porque cuando, por alguna razón, no estamos bien con nosotros mismos, solemos interpretar las fotos, las historias o la vida de los demás como una confirmación de que algo no estamos haciendo de la forma correcta.

Los estereotipos de belleza son las imágenes a las que anhelamos llegar, aceptando modas que van en contra de lo normal o de nuestra identidad. Pretenden dominar a la población e imponerle una verdad en base a lo que ellos, los medios, nos ofrecen, o a lo que ellos quieren que veamos como belleza.

Entonces me pregunto, ¿es que somos incapaces de crear una personalidad propia?, ¿somos incapaces de ser aceptados por la sociedad si no se aceptan estos patrones?, ¿o es que somos inseguros y conformistas para aceptar lo que se nos impone, y no tener el valor o la osadía de romper esquemas y ser fieles a nosotros mismos? ¿Será que es más cómodo mantenernos en esa posición?

La respuesta a estas preguntas las dejo en ustedes, pero creo saber que a muchas de ellas responderán que ‘sí’. No, eso no nos hace malas personas ni padecer una enfermedad mental; lo que nos hace es seres humanos incapaces de dejar ver nuestra vulnerabilidad, nos hace individuos lábiles, dejados llevar por las masas, muchas veces, producto de patrones de comportamientos aprendidos y pasados de generación en generación. 

¿Qué podemos hacer al respecto?

  • Desarrollar el autoconocimiento, de esta manera será más difícil ser influenciado por otros, al saber exactamente qué necesito y qué me produce paz y felicidad.
  • Mantener un diálogo interno activo que nos permita identificar cuándo nos estamos viendo afectados por los estereotipos, para de esta manera distinguir qué es lo que realmente necesito yo, independientemente de lo que me presenten.
  • Desarrollar la autocompasión, ya que, en el camino de romper estos patrones, vamos a caer y fallar varias veces. Necesitamos poder ser amables con nosotros mismos, siendo capaces de darnos un respiro cuando lo necesitemos, o no criticarnos y reprocharnos por un error cometido.
  • Mantener hábitos sanos que sean fieles a nuestras creencias y necesidades, esto incluye: lo que vemos, lo que hacemos, lo que comemos, las relaciones que mantenemos, etc.
  • Ser capaz de identificar los patrones distorsionados difundidos a través de los medios, para de esta manera entender que no solo no necesito encajar en ellos, sino también distinguir su irrealidad.
  • Trabajar en la relación con nosotros mismos, detectar si encontramos patrones disfuncionales, falta de autoestima, inseguridad, etc., para, de esta manera, hacer introspección sobre lo que nos está sucediendo y poder construir una relación más adaptativa.

Por Psic. Cl. María José Barredo S.
Máster en Cuidados Paliativos y Psicoterapia
mjosebarredo@gmail.com

 

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