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El estrés que afecta a los menores de edad: las huellas invisibles de la pandemia. ¿Qué debemos conocer y hacer los padres?

Actualmente, muchos padres de familia se sienten preocupados, debido a que sus hijos empiezan a mostrar señales de estrés producto del confinamiento prolongado al que se han visto sometidos por la pandemia del Covid-19. Algunas de estas señales se empiezan a ver más claramente en niños y adolescentes, cuyas vidas están de cabeza debido a la pandemia del coronavirus, lo cual está causando traumas que podrían tener consecuencias a mediano y largo plazo, dicen los expertos.

Estudios recientes de la Universidad de Maryland han demostrado, a través de investigaciones extensas, que la exposición prolongada o excesiva al estrés durante la niñez y adolescencia es dañina para un desarrollo infantil saludable, ya que las implicaciones pueden ser para toda la vida en cuanto al aprendizaje, la conducta y la salud. Cuando el vínculo entre las presiones de la niñez y los problemas de salud es más cercano, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la del corazón.

 

 

Preocupaciones por el estrés

Los altos niveles de estrés pueden provocar en los chicos mayores riesgos de sobrepeso, trastornos de sueño o adquirir malos hábitos como empezar a fumar, evasión de la realidad a través de videojuegos (lastimosamente los que promueven la violencia son los preferidos), pasar horas y horas viendo series y películas a través de los servicios de streaming por suscripción (que les permite a sus miembros ver series y películas sin publicidades en un dispositivo con conexión a internet), apego excesivo y dependiente a las redes sociales, entre otros.

Si a esto le añadimos la forzada pérdida de empleo de sus padres que provoca limitaciones económicas, el retiro de muchos estudiantes de sus centros educativos por falta de recursos, la violencia intrafamiliar que se ve remarcada actualmente, la delincuencia y las drogas que rondan los barrios de nuestra ciudad, el exceso de tareas que los profesores están enviando a través de las plataformas educativas y un largo de etcéteras, conforman un cuadro preciso para la “tormenta perfecta” en la vida de los menores de edad.

Particularmente preocupa que muchos niños se encuentren atrapados en hogares potencialmente violentos y bajo peligro de ser abusados sin poder escapar a ninguna parte. ¿No les parece que este panorama podría ser potencialmente aterrador para ellos? Lastimosamente, la mayoría de las autoridades y expertos no hablan o no quieren abordar estos asuntos, pues piensan que esto no afecta mayormente a los chicos, sin embargo, la realidad es todo lo contrario.

 

 

Claves para superar el estrés

Algunas claves para superar el estrés de los niños:

  • Antes que nada, los adultos deben alcanzar a lidiar con su propio estrés, pues si no lo hacen, no están en condición de ayudar a los menores, peor aún, existe la probabilidad de aumentar los problemas en sus hijos.
  • Una vez los adultos dominen sus niveles de ansiedad, están listos para hablar con sus hijos con calma y honestidad, preguntarles cómo se sienten y tratando de calmarlos indicando que las cosas irán mejor, pero que se debe tener mucha paciencia por ahora, y que es mejor enfrentar juntos como familia esta situación que no será eterna.
  • Cada vez que hable con ellos, sobre todo al final de día, decirles cosas como ‘bien, estas son las cosas que vamos a hacer para asegurar que estemos lo más seguros y sanos posible’ y planificar actividades para el siguiente día.
  • Sea que los chicos estén en el Kinder o vayan a la universidad, los padres deben conectarse con ellos, hablar de lo que está sucediendo, preguntarles qué han escuchado, cómo se sienten, pues si un niño dice que tiene miedo o está muy enojado, no se pueden minimizar estos tipos de sentimientos, más bien debemos validarlos y tranquilizarlos.
  • Programe cada día con actividades que contengan espacios para el estudio combinados con otras que sean lúdicas que estimulen la motricidad gruesa y fina en los pequeños, las que promuevan el crecimiento cognitivo (crucigramas, juegos de mesa, laberintos, rompecabezas, adivinanzas, juegos de lógica…) y el desarrollo del lenguaje.
  • El arte es sumamente importante para ayudarles a desarrollar otras habilidades (dibujar, pintar, cantar, tocar algún instrumento musical…), pues son las mejores actividades antiestrés.

 

 

Siempre tener presente

Debemos de buscar la manera de que los chicos se involucren en alguna actividad de ayuda a los demás, sea a través de las actividades que la iglesia local organiza o instituciones como los Scouts, la Cruz Roja, el Municipio, clubes, etc.

También es bueno planificar alguna salida a la semana (eso sí asegurando todas las medidas de bioseguridad), sobre todo al aire libre como parques (caminatas por el Cerro Blanco o una visita al Jardín Botánico o al Zoológico son buenas opciones), bicicletear, patinar, etc, son actividades altamente recomendables para aliviar es estrés.

No olvidar tampoco que siempre que sea posible, debemos crear oportunidades para que los niños jueguen y se relajen y mantener sus rutinas y horarios regulares, especialmente antes de que se vayan a dormir.

Seguir algunas de estas ideas, asegurará el apoyo que los chicos necesitan en estos momentos, y será una ayuda eficiente para que superen cualquier tipo de estrés que puedan tener consecuencias futuras en sus vidas. Todo lo que hoy se haga por ellos valdrá la pena, pues garantizamos así un futuro de calidad en sus vidas.

 

 

Escrito por: Lcdo. Teodoro Cárdenas Negrete. Magister en Psicopedagogía.

 

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