Los padres también necesitan un poco de ayuda. Ningún bebé viene con un manual, ni hay por qué sabérselas todas. Por lo que no deben sentirse malos padres por acudir a clases de formación parental.
Las clases de formación parental y las iniciativas de apoyo a la familia están creciendo en popularidad. Muchas escuelas establecen requisitos para los programas de apoyo a crianza/familia como parte de sus servicios.
Estudios sobre la eficacia de los cursos para papás demuestran los siguientes efectos positivos:
– Incrementan las habilidades parentales, reducen el estrés de los padres y las conductas no deseadas en los hijos.
– Los papás se sienten más capaces, tienen más información para ser buenos padres. Por consiguiente, desarrollan una mayor confianza en su rol.
– Reduce la incidencia del maltrato infantil y es un elemento vital en el tratamiento de padres que abusan o maltratan a sus hijos.
– Los papás tienen el poder de crear un cambio. El enfoque de la formación considera a los padres como cuidadores principales y encargados del entorno del hijo. Se ve a los papás como los contribuyentes más importantes para traer consigo cambios a largo plazo en los hijos.
– Enseñan a los padres a reducir el impacto de los conflictos matrimoniales en sus hijos. A evitar un ambiente conflictivo tras el divorcio.
– Atiende a madres solteras. El nivel educativo de una madre soltera tiene un efecto en el dinero que gana, que está directamente asociado con su presión financiera. A su vez ésta aumenta los niveles de depresión que puede dar lugar a problemas de crianza. Para ellas, los cursos, les ayudan a sentirse más capaces de cuidar a sus hijos mientras que les enseñan también habilidades útiles para su trabajo.
– Esta formación atiende a padres con hijos vulnerables. De cómo responda el hijo a la reorientación del padre depende lo que piense sobre ese padre, si ven a sus padres involucrados en su vida y si creen que él/ella realmente se preocupan de lo que hacen. Los programas de educación parental desarrollados para ayudar a padres con hijos vulnerables pretenden mejorar no solo los problemas de conducta del hijo sino también las interacciones inadaptadas dentro de la familia.
El objetivo es enseñar a los papás a ser más receptivos en su crianza. Se les enseña a los papás a ejercer la autoridad, y a la importancia del elogio y el cariño. Además de resultar un gran apoyo para quienes no se siente muy seguros o capaces. Tenemos que recordar que ser padres es algo innato por lo que una pequeña ayudita no le cae mal a nadie.
Vía: International Federation for Family Development y The Family Watch