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¿Qué palabras usar para acompañar a quien está sufriendo la pérdida de un ser querido?

Consolar a alguien que está de luto es difícil. Cada persona quiere y necesita cosas diferentes: una quizá quiera hablar sobre su dolor, mientras que otra preferiría que la distrajeran. Además, cada uno tiene creencias religiosas diferentes y, a veces, el afligido puede tener sentimientos encontrados en relación a la muerte. Nosotros mismos quizás nos encontremos incómodos con la pérdida.

Es un impulso natural decir algo que pensamos nos ayudaría si estuviéramos en la misma situación, pero aunque hayamos experimentado el mismo “tipo” de pérdida, no hemos vivido el mismo dolor. Frases que pensamos que podrían ayudar al otro a menudo no sirven, sobre todo si la persona con quien hablamos no comparte nuestra fe (y muchas veces sencillamente no sabemos si ese es el caso).

Estas frases comunes pueden resultar hirientes, incluso si se dicen con la mejor de las intenciones:

“Es parte del plan de Dios. Todo sucede por una razón”

Inclusive si sabes que la otra persona comparte tus creencias, esta frase tan gastada no ayuda y, para los no creyentes, no ayuda en absoluto.

Que te digan que tu dolor es parte de un hermoso plan maestro —en un momento en que todo tu mundo se desmorona— no alivia el dolor, sino que lo incrementa. Transmite a la persona que su dolor es irrelevante en comparación con el destino que cumple su pérdida. No es precisamente la respuesta compasiva que necesita en un momento como este.

“Está en un lugar mejor”

Incluso para los cristianos es una frase dura de escuchar cuando estás de luto por la pérdida de un ser querido. Confiar en que un ser querido está en el Cielo no alivia necesariamente el dolor de quienes sufren su ausencia. En cualquier caso, incluso los cristianos más devotos no pueden saber lo que sucede tras la muerte.

“Dios nunca nos da más de lo que podemos soportar”

Cuando estás abrumado por el dolor, apenas capaz de dar un paso firme, lo último que quieres escuchar es que te han endosado la cantidad “precisa” de dolor, especialmente diseñada para ti. Lo cierto es que el luto es siempre más de lo que podemos soportar, incluso si nos las arreglamos para seguir caminando. Quizá creas que es una forma de dar aliento, pero a menudo puede hacer que la persona se enfade más con Dios.

“Al menos ya era anciano / vivió una vida plena”

Cuando muere un ser querido, saber que vivió una vida larga y/o plena no mitiga el dolor dejado por su marcha. De hecho, solamente amplifica el vacío tan grande que dejó su marcha. Quizá te ayude a lidiar con tu pérdida, pero para alguien muy cercano al fallecido le cause incluso más dolor.

“Con el tiempo será más fácil”

Esta frase no solo no ayuda a quien está de luto, sino que además no tiene porqué ser cierta. No hay un calendario establecido para el dolor y la experiencia de cada uno con el luto es diferente. A veces el dolor es algo que dejamos atrás, pero otras veces nos acompaña toda la vida, cambiando y evolucionando con el tiempo.

¿Qué deberíamos decir ante el dolor de un ser querido?

Es muy difícil encontrar las palabras apropiadas para aliviar el peso del dolor por la muerte de un ser querido y, a veces, lo mejor que podemos hacer es darnos cuenta de que no hay nada que podamos decir para “mejorar” la situación.

El duelo es un proceso que no sigue una línea recta o predecible, y no hay forma de saber el espacio emocional exacto de quien conoce una noticia trágica o una pérdida.

Las expresiones básicas como “Lamento tu pérdida” nunca pueden salir mal ni pueden malinterpretarse. Además, si conoces bien a la persona afligida, puedes ofrecer llamadas frecuentes o llevar comida o ayudar a gestionar la logística y la administración que acompaña un fallecimiento. Sin embargo, en definitiva, tu simpatía y tu presencia por sí solas pueden ser el mayor consuelo de todos.

 

Vía: Aleteia

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