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Indudablemente, hablar inglés abre muchas puertas y nos ofrece más oportunidades en el campo laboral, social y personal.

Como padres queremos lo mejor para nuestros hijos y seguimos consejos de inscribirlos en un curso de inglés desde muy pequeños o buscamos una educación bilingüe desde el maternal porque, después de todo, uno aprende más rápido cuando es joven. Sin embargo, distintas investigaciones demuestran lo contrario. Si bien es cierto que a los adultos se les puede dificultar el aprendizaje de un idioma extranjero, hay muchos factores que influyen en esto y no precisamente la edad.

Segundas lenguas

“Pero, la hija de mi prima que vive en Estados Unidos habla inglés y español desde chiquitita”,. Pues bien, es importante hacer una clara distinción entre adquisición y aprendizaje de un segundo idioma. El primero sucede fuera del salón de clases; un infante adquiere una segunda lengua dentro de un hogar de padres con diferentes lenguas maternas (padre americano y madre ecuatoriana, por ejemplo) o con padres de la misma nacionalidad pero nacido en un país con otro idioma. Esto sucede debido a dos aspectos cruciales: hay indudablemente una gran cantidad de muestra del idioma al que el niño es expuesto (el habla de los padres, comerciales, programas de tv) y segundo, hay oportunidades de interacción significativa (al pedir comida a los padres o jugar con otros niños en el parque).

Por otra parte, el aprendizaje de un segundo idioma se refiere al estudio formal de un idioma dentro del salón de clases (generalmente luego de haber adquirido su primer idioma), que en el peor de los casos se basa en el seguimiento monótono de un libro o se limita a una o dos horas diarias. De esta forma, si queremos que nuestros pequeños realmente se desenvuelvan en otro idioma, muy aparte de la edad, es necesario proveer muestras del lenguaje y oportunidades de interacción para que pasen de aprenderlo a realmente adquirirlo. Es por esto que los programas de inmersión son muy populares en otros países; los estudiantes asisten al colegio y ven todas sus materias en un segundo idioma.

Algunas personas creen que aprender dos idiomas simultáneamente puede confundir a los niños o hacer que no aprendan ninguno. Nuevamente, todo esto dependerá de las oportunidades que se creen para usar cada idioma, independientemente de la edad.

La pronunciación

Lo que sí es una ventaja indiscutible de hablarles/enseñarles inglés a nuestros hijos desde pequeños es su efecto en la pronunciación. El lenguaje no es genético; esto quiere decir que cualquier persona puede dominar cualquier idioma. Sin embargo, a partir de los seis años, la discriminación y reconocimientos de sonidos, así como la pronunciación comienzan a deteriorarse. Es por esto, que una persona que empezó a estudiar el idioma desde temprana edad tiene más probabilidades de desarrollar una pronunciación al nivel de un nativo que alguien que comenzó desde la adolescencia o adultez. Muchas veces el inglés de un adulto se caracteriza por su acento. ¿Han notado como a un adulto chino se le complica pronunciar la r? Esto debido a que este sonido no es parte de su lengua natal.

Que lo aprendido no se quede en clases

En conclusión, si bien es beneficioso exponer a nuestros pequeños a un idioma extranjero, su éxito va más allá de su edad. Una vez en el salón de clases, hay que considerar que los niños necesitan tiempo para desarrollar sus habilidades en un segundo idioma. Mucha gente asume que el mejor método para aprender inglés es empezar a estudiarlo lo más pronto posible y evitar el uso del español en casa. Al contrario, estudios demuestran que el desarrollo constante de la lengua materna contribuye a largo plazo a la adquisición de un segundo idioma.

Recordemos que no todos los miembros de la familia o personas de nuestro entorno hablan inglés, por lo tanto, el hecho de suprimir totalmente el español en nuestro afán de que aprendan inglés puede causar problemas sociales y psicológicos. No debemos alarmarnos si nuestros hijos no están avanzando como esperamos; ya hemos visto que hay otros aspectos que determinarán su progreso. Obviamente no hay razón para esperar hasta la pubertad para aprender inglés, pero tampoco hay razón para comenzar muy temprano.

Por: José Miguel Campuzano
Máster en enseñanza de inglés para hablantes de otros idiomas

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