Los estudiantes con una necesidad educativa especial que presenten dificultades y habilidades distintas al resto de sus compañeros de aula deben ser atendidos por los maestros y los centros educativos. Así, además de trabajar en el respeto a la diversidad, se logre hacer de ellas una oportunidad para su crecimiento y desarrollo del aprendizaje.
La posibilidad de que todas las personas accedan a una educación, a más de ser considerado como un privilegio, se enfoca al respeto del derecho de todos los ciudadanos de recibirla. Este planteamiento sugiere la necesidad y a su vez importancia de brindar espacios, herramientas, recursos y escenarios, donde todas las personas, sin distinción, logren crecer, desarrollarse y educarse, desde su individualidad. Los centros educativos que atienden a la diversidad educativa se caracterizan por incluir a todos sus estudiantes en el mismo entorno o espacio, y buscan desarrollar en ellos el mayor aprendizaje posible.
Inclusión vs acogida
Ante esto, se puede evidenciar que algunos centros educativos tergiversan el término “inclusión” y se tornan en centros de acogida. Instaurándose así, sin brindar a los estudiantes una respuesta educativa según sus necesidades, sin darles herramientas que les permitan trascender en su escolarización y, sobre todo, sin otorgarles recursos que les permitan aprender a sobrellevar los obstáculos que se les presenten en la sociedad.
Por ello, debe haber un intenso trabajo institucional donde intervengan tanto los maestros, como los directivos junto al equipo de psicopedagogía y psicólogos. Para realizar un programa de inclusión de los estudiantes, es fundamental que:
- Planificar y organizar actividades académicas
- Implementar un currículo o plan educativo individual para aquellos casos que lo necesiten
- Abarcar, con herramientas especializadas, los aspectos fundamentales que intervienen en el desarrollo integral de los estudiantes
Accionar de la inclusión
El currículo educativo exige a las escuelas brindar sus servicios de educación a todos los niños y niñas, involucrando a aquellos que presenten alguna necesidad educativa especial. Las NEE abarcan:
- Las dificultades específicas de aprendizaje (DEA)
- Las habilidades cognitivas que van fuera de la norma (superdotados)
- Discapacidad comprendida en el ámbito médico como trastornos orgánicos – patológicos, física.
La inclusión educativa se basa en brindar educación a los niños y niñas que presenten alguna dificultad tanto cognitiva, social, emocional como física; bajo la premisa de que ésta se realice en el mismo ambiente o en el mismo escenario en el que los demás alumnos regulares se desenvuelven.
Objetivo principal
El objetivo principal de la inclusión es lograr atender a los alumnos por medio de una educación eficaz y coherente acorde a las necesidades de la sociedad del conocimiento; brindándoles herramientas de carácter:
- Social – emocional: independencia, autonomía, manejo de límites, control y comunicación de emociones, responsabilidad social, etc.
- Cognitivo: uso de las TIC´S, pensamiento crítico y analítico, posibilidades de ser creadores de su propio aprendizaje y de cuestionar el mismo.
Esto les permitirá desarrollarse, por lo que es necesaria una reestructuración e implementación de políticas educativas para incluir al estudiante en una nueva sociedad, considerando una mejor calidad de vida. En el Ecuador, se debería trabajar en:
- Políticas de desarrollo social a largo plazo
- Reorientar la formación de los docentes
- Perspectiva social interactiva e integradora
- Intervención educativa y seguimiento: Programa educativo individual, planes de estudio
- Reducir la exclusión social Inserción laboral como resultado a largo plazo
Reformas y adaptaciones
No solo implica una reforma curricular, sino la adaptación de la escuela, como institución, donde junto al trabajo de los maestros y la implicación de la familia, se enfoquen en el mejoramiento colectivo del microsistema educativo, propiciando su eficacia y eficiencia de los avances, tanto educativos como sociales. Esta adaptación institucional debe darse en los siguientes niveles:
- Infraestructura: adecuar espacios físicos: rampas, ascensores, etc.
- Recursos didácticos: material lúdico disponible para los estudiantes
- Recursos humanos: psicólogos clínicos y educativos, psicopedagogos, especialistas en educación. De no contar con dichos especialistas, los padres de familia pueden acceder a los servicios de profesionales externos, considerando que éstos deberán tener una comunicación continua con la institución educativa y formar parte del equipo multidisciplinario.
La inclusión educativa se basa en un trabajo de tipo multidisciplinario, donde interviene: la escuela, la familia, alumnos y especialistas externos; dispuesto a fomentar, en los alumnos, las habilidades y destrezas necesarias para su crecimiento y desarrollo personal.
Por: Alejandra Vallejo Johnson
Psicóloga Clínica
Máster en Psicopedagogía
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