Practicar deporte con frecuencia es una de las mejores formas de enfrentarnos al inexorable paso de los años. Cada vez son más los que apuestan por el ‘running’, conscientes de que unos minutos semanales de carrera nos ayudan a fortalecer y conservar la salud física y psicológica. Pero el caso de los octogenarios irlandeses Joe y Kay O’Reagan nos invita a pensar que el deporte puede ser también una excelente manera de mantener en buena forma una relación de pareja.
El blog Runners World nos cuenta la historia de esta dupla de campeones que puede presumir de haber corrido en los más variados rincones del planeta. A sus 80 años, Joe ha completado un total de 29 maratones, mientras que Kay acumula a sus espaldas nada menos que 113. Y eso que sus inicios como atletas fueron más que tardíos: su primer gran desafío fue el Maratón de Londres en 1986, cuando ambos acababan de cumplir 50 años.
Fue allí y entonces cuando posaron por primera vez cruzando la línea de meta cogidos de la mano. Tres décadas más tarde, coincidiendo con su quincuagésimo séptimo aniversario de boda, la pareja ha querido repetir la hermosa imagen en el Maratón de Cork City del pasado 6 de junio. Su admirable marca fue de cinco horas, veinticinco minutos y veintinueve segundos; un tiempo que les coronó como ganadores en sus categorías de edad y que consagra a Kay como la octogenaria más veloz de todo el Reino Unido.
Para reconocer su enorme mérito, la organización del Maratón de Cork City permitió que la pareja realizase la prueba con un mismo dorsal, el simbólico «80». Los ancianos confiesan que la emoción por superar la meta agarrados de la mano les aportó una última bocanada aliento en la recta final. «Aceleramos en los últimos metros, de verdad. Fuimos capaces de esprintar», declara Kay, orgullosa de protagonizar una nueva hazaña junto al amor de su vida.
Una diferencia de apenas 250 días ha evitado que Joe y Kay inscriban sus nombres en el Libro Guinness de los Récords como la pareja casada de mayor edad que ha logrado completar un maratón. Ese honor corresponde, desde octubre de 2015, a los japoneses Masatsugu y Ryoko Uchida. Pero aunque prefiere no hacer planes, Joe ya tiene las cuentas echadas: si son capaces de competir en el Maratón de Nueva York del próximo mes de noviembre, el récord será suyo. La guinda perfecta para una maravillosa carrera vital.
Vía ABC