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EPOC: Detectarla a tiempo es imperativo para evitar daños más severos en los pulmones, vías respiratorias y otros órganos del cuerpo.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una dolencia pulmonar inflamatoria permanente, prevenible y tratable (pero incurable), que afecta a hombres y mujeres sin distinción, dificultando el flujo del aire de los pulmones y, por ende, su respiración normal.

En ocasiones, se utilizan los términos «enfisema» y «bronquitis crónica» para referirse a la EPOC. En el primer caso, hacen referencia a la destrucción de los alvéolos pulmonares, mientras que, en el segundo, a la tos crónica con esputo causada por la inflamación de las vías respiratorias.

Según la Organización Mundial de Salud (OMS), la EPOC es la tercera causa de muerte en el mundo. Tan solo en 2019 ocasionó 3,23 millones de defunciones, de las cuales el 80% provienen de países de ingresos medianos y bajos. Mientras que, de acuerdo a la Asociación Latino Americana del Tórax (ALAT), a través de su Guía Práctica Latinoamericana para el tratamiento de EPOC, anota que es un problema de salud pública de primer orden con un impacto socioeconómico importante que mantiene un incremento sostenido con una prevalencia mundial del 10%.

“La EPOC es generalmente causada por fumar cigarrillos, y por la exposición a largo plazo a otro tipo de irritantes para los pulmones, como al combustible de leña y carbón, así como el humo de segunda mano, polvos y gases ocupacionales (es decir por la profesión que se realiza, por ejemplo, en fábricas)… Esto también puede contribuir a que las vías respiratorias pierdan su capacidad para estirarse y contraerse, que se engrosen e inflamen, se irritan y produzcan más mucosidad de lo habitual, lo que las puede bloquear e impedir el flujo de aire”, asegura el Dr. Efraín Sánchez Angarita, médico neumólogo y broncoscopista, director del Centro de Investigación Respiratoria (CIR) y vicedirector del área de EPOC de la ALAT.

 

 

¿CÓMO RECONOCERLA?

Su evolución es gradual. En sus etapas iniciales presenta síntomas leves, que, al no ser tratados correctamente, pueden volverse más graves, dependiendo del daño causado en los pulmones, e inclusive, afectar a otras áreas del cuerpo.
Por ello, es importante tomar en cuenta las señales de advertencia. Si usted tiene dificultad para respirar, tos, producción de moco (esputo) y sibilancias (un sonido de silbido al respirar), no dude en acudir al especialista, ya que, si no es tratada con efectividad, los pacientes pueden desarrollar otras enfermedades (*ver en otras complicaciones).

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?

A pesar de que la EPOC no tiene cura, su diagnóstico y tratamientos tempranos son importantes para frenar el empeoramiento de los síntomas y reducir el riesgo de que se produzcan complicaciones.

Para ello, es imprescindible realizarse una espirometría, una técnica que permite confirmar si existe (o no) obstrucción del flujo de aire en las vías respiratorias. El estudio consiste en una prueba sencilla de consultorio, indolora y no invasiva, que medirá la capacidad pulmonar del paciente.

Para diagnosticar EPOC es imprescindible realizar la prueba antes y después de administrar broncodilatadores como el salbutamol.

Los candidatos para realizarla no solo son aquellas personas que tienen los síntomas antes descritos, sino quienes padecieron (o padecen) tuberculosis, fuman y/o conviven con personas fumadoras. Y, en general, advierte Sánchez, “todo adulto de 40 años (en adelante), en especial, con historia de exposición a estos factores, con o sin síntomas respiratorios, deben considerar hacerse una espirometría para confirmar o descartar el diagnóstico de la EPOC”.

 

 

OTRAS COMPLICACIONES

La EPOC se asocia con múltiples comorbilidades, es decir, con otras enfermedades que se desarrollan en paralelo en el mismo paciente, pero que tienen el tabaquismo como factor común, influyendo negativamente en la calidad de vida del paciente,, afectando su actividad física, aumentando el riesgo y la frecuencia de complicaciones, así como de la mortalidad.

La mayoría de los pacientes con EPOC tienen al menos uno, dos o más trastornos de salud importantes, tales como: problemas cardiovasculares que incluyen enfermedad coronaria, hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, arritmias y accidente cerebrovascular entre las más frecuentes; seguidas por la diabetes, la osteoporosis, artritis y los trastornos psiquiátricos como la ansiedad y la depresión.

Otras condiciones más graves como el cáncer, en particular de pulmón, esófago, páncreas y mama; la cirrosis hepática, la fibrilación auricular, fibrosis pulmonar y úlcera gastroduodenal también se registran entre las enfermedades asociadas a la EPOC.

PREVENCIÓN DE LA EPOC

La mejor manera de prevenirla es no fumar y, si fuma, dejar de hacerlo y/o buscar ayuda para abandonar este hábito. También sirve hacer ejercicios para mejorar síntomas o calidad de vida y vacunarse contra la neumonía, la gripe y la COVID-19, para evitar descompensaciones o recaídas.

Por otro lado, existe un tratamiento con medicación inhalada que disminuye las exacerbaciones, el cual deberá ser prescrito por un especialista. En general, con un manejo adecuado, la mayoría de las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) pueden lograr un buen control de los síntomas y la calidad de vida, así como reducir el riesgo de otras afecciones asociadas.

REFERENCIAS:

ENTREVISTA, DR. Efraín Sánchez Angarita, director del Centro de Investigación Respiratoria – CIR.

ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD, https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/chronic-obstructive-pulmonary-disease-(copd)

GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA DE EPOC; Asociación Latino Americana de Tórax – ALAT https://alatorax.org/es/departamentos/epoc/guias

CENTROS PARA EL CONTROL Y LA PREVENCION DE ENFERMEDADES https://www.cdc.gov/tobacco/campaign/tips/spanish/enfermedades/tabaquismo-enfermedad-pulmonar-obstructiva-cronica.html

 

 

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