La responsabilidad de uno mismo es un reflejo o manifestación de la autoestima. La misma debe practicarse en diferentes campos de nuestra vida.
En algún momento, todos anhelamos algo, y es responsabilidad de cada uno hacerle honor a ese deseo y tener acciones coherentes con aquello que se desea.
La palabra responsabilidad incluye muchas cosas, y a veces, parece confundirse el concepto y se entiende como algo que los demás o que las normas sociales lo imponen. Sin embargo, la responsabilidad, es una cualidad que cada persona debería desarrollar por criterio propio.
Contextos de la responsabilidad
La responsabilidad está en muchos contextos, por ejemplo:
En el área familiar
Son dos adultos, quienes deciden iniciar una nueva vida, luego llegan los hijos y muchas otras variables y justo al tomar la decisión de formar un hogar, es responsabilidad de ambos, hacer que ese hogar, tenga comunicación, seguridad, amor, estabilidad emocional, estabilidad física, etc. Sin embargo, a medida que va transcurriendo el tiempo en algunos casos la relación se llega a convertir en una lucha de poder donde uno de los dos quiere ganar, olvidando que es responsabilidad de ambos, ir hacia un mismo objetivo y hacer que la familia viva en armonía.
Responsabilidad afectiva
Hace referencia a comportamientos de respeto frente a opiniones, emociones etc. Tomando como aspecto importante la empatía, la cual permite ofrecer herramientas que refuerzan el vínculo sano hacia las personas que consideramos importantes en nuestra vida.
Con lo anteriormente expuesto se puede establecer que, en una pareja con un amor sano, deben existir espacios de reflexión, contención emocional y escucha consciente, y es responsabilidad de cada uno tomar la iniciativa, dejando de lado la frase si tu no lo haces yo tampoco. Es aquí donde se debe recordar que en pareja no existe un ganador ni un perdedor sino, más bien, el bienestar de los dos.
Responsabilidad Social
Hace referencia a la ética personal y responsabilidad de un ciudadano, para cumplir las normas que hacen que una sociedad se mantenga sana. Así que las conductas cívicas y normas, son un reflejo de lo que cada persona considera importante. Esto implica cosas tan básicas como reciclaje, acoger las normas de tránsito, saludar etc.
La responsabilidad nos ayuda a activar la coherencia puesto que todos queremos una pareja estable, una familia feliz, una buena sociedad, buena educación etc. Ahora es responsabilidad de cada uno hacerle honor a esos deseos y empezar a tener mayor consciencia de nuestras acciones y así lograr que esos deseos poco a poco, se conviertan en realidad.
Cabe resaltar que no todos tuvimos acceso a una crianza impecable, sin embargo, si cuando niños no pudimos elegir, de adultos sí lo podemos hacer y todos los días son una gran oportunidad para intentar ser mejores personas.
Escrito por: Psic. Carol Obando, Directora Centro Internacional de PNL, Coaching y Psicología.
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