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Las vacunas son el método más seguro que hay en el mundo para proteger a los niños de enfermedades mortales. ¡No olvides compartir!

Las vacunas te protegen porque contienen solo una parte pequeñísima del germen que provoca la enfermedad o una versión del germen muerto o debilitado. Si te inyectaran el germen completo y vivo, contraerías la enfermedad (como el sarampión o la varicela).

Pero, al inyectarte solo una parte diminuta, muerta o debilitada del germen, no contraerás la enfermedad. Ocurrirá justamente lo contrario. Tu cuerpo reaccionará a la vacuna fabricando anticuerpos. Los anticuerpos forman parte del sistema inmunitario, y lucharán contra la enfermedad en el caso de que algún día entres en contacto con ese germen nocivo.

Cuando tu cuerpo está protegido contra una enfermedad de esta forma, se dice que eres inmune a la enfermedad contra la que te han vacunado. En la mayoría de los casos, eso significa que no contraerás la enfermedad. Aunque a veces es posible que la contraigas (te enfermes) pero de una forma leve. Esto puede ocurrir con la varicela.

 

VACUNAS 2

 

Primeras vacunas

La buena noticia es que a los niños les ponen la mayoría de las vacunas antes de que cumplan dos años. Por lo tanto, si eres lo bastante mayor como para leer este artículo, ¡ya te habrán puesto la mayoría de las vacunas que necesitas! A partir de esa edad, no necesitarás ponerte muchas más.

Los niños reciben algunas vacunas cuando tienen entre 4 y 6 años La siguiente tanda de vacunas no se suele administrar hasta los 11 o 12 años aproximadamente.

 

 

¿Por qué tienen que vacunarse los niños?

Las vacunas son geniales para un niño porque lo protegen de enfermedades graves. Y también son estupendas para la salud del país y del planeta. ¿Cómo? Porque, si casi todos los niños están vacunados, los gérmenes de esas enfermedades tendrán muy pocas probabilidades de enfermar a nadie.

¿Duele recibir una vacuna?

Ponerse una vacuna puede doler un poco. Pero el dolor suele durar bastante poco. Si lloras, no te preocupes ni te avergüences. Muchos niños lo hacen.

Para hacer más llevadero el pinchazo, prueba a llevarte tu peluche favorito o pide a tu mamá o a tu papá que te den la mano cuando te pongan la inyección. ¡Después, incluso pueden darte un pequeño regalo!

¡Recuerda que todo esto es para mantenerte sano!

 

 

Escrito por: Elana Pearl Ben-Joseph, MD., vía KidsHealth.

 

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