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El crédito puede ser un gran aliado para quienes necesitan de capital para arrancar un negocio, realizar compras y más.

El crédito es el mecanismo financiero mediante el cual las personas o empresas reciben dinero por parte de las entidades financieras o tarjetas de crédito para obtener la facilidad de adquirir productos o servicios ya sea para los gastos corrientes o para bienes de alto costo dando facilidades de pago. Es decir, brinda un poder de compra para la adquisición de equipos, bienes raíces, materias primas o productos para negocios, autos, inversión en educación, gastos corrientes o fijos, entre otros.

Existen distintos tipos de crédito, como el productivo, el microcrédito, el hipotecario para vivienda, el vehicular y el crédito de consumo que se enfoca en los gastos corrientes o menores. El poder acceder a crédito productivo también es muy importante para los propietarios de negocios para lograr tener el suficiente flujo, equipos y para la generación de un patrimonio o el crecimiento de su negocio, según corresponda el caso.

 

 

Buenas prácticas ante el crédito

Es importante conocer algunas buenas prácticas para el manejo correcto del crédito, motivo por el cual, compartimos diez ideas prácticas en torno al tema:

1. Definir la capacidad de endeudamiento en base a un presupuesto

Es importante determinar la capacidad de endeudamiento en base a un presupuesto anual que se debería hacer una vez al año y monitorearlo regularmente.

El presupuesto determinará las necesidades de endeudamiento (el monto requerido) y lo central, la capacidad de endeudamiento para de esta forma establecer un techo máximo que no se deberá sobrepasar y así evitar caer en el sobrendeudamiento.

 

 

2. Determinar el monto de la deuda

El valor del crédito no deberá superar más del 40% de los ingresos mensuales, inclusive si se tiene un cupo mayor en la tarjeta de crédito, es mejor no exceder este porcentaje. Esto servirá a futuro para asegurar una buena salud financiera, evitando caer en mora por falta de liquidez o el no poder atender a los gastos fijos del negocio o de la familia.

3. Comparar varias opciones de crédito

Es importante que antes de adquirir un crédito se pueda revisar la tasa de interés, los plazos de pago, las condiciones del crédito, así como los beneficios que las diferentes entidades financieras pueden brindar ya sea en los créditos productivos o de consumo. Una vez se obtengan estos datos, es recomendable optar por el producto crediticio que mejor convenga en cuanto a menores tasas de interés y comisiones, plazos y beneficios.

4. Escoger entidades regulados por los organismos de control

En nuestro país es muy frecuente que al necesitar un crédito se acuda a familiares, amigos o incluso a prestamistas informales. Estas prácticas muchas veces no solo dañan las relaciones familiares, sino que también generan una situación de alto riesgo de caer en engaños o estafas.

En este sentido se recomienda acudir siempre a entidades financieras reguladas por la Superintendencia de Bancos que garantizan transparencia en las operaciones y el respaldo del organismo de control.

5. Use el crédito como un aliado

Es posible que el monto de dinero a pagar por el bien o servicio a adquirir con el crédito se pueda juntar en pocos meses mediante ahorro y con una planificación financiera adecuada logrando así prescindir del crédito o del uso de una tarjeta de crédito. Esto evitará los costos por intereses, pero lamentablemente muchas personas no tienen la disciplina para lograrlo.

Sin embargo, existen bienes o servicios que, por su alto valor, requieren la obtención de un crédito para adquirirlos; autos, terrenos, casas, entro otros. Inclusive, para un plan de estudios de cuarto nivel o para inversión de crecimiento de un negocio, el crédito o el uso de una tarjeta de crédito se convierte en un verdadero aliado.

 

 

6. La entrada es importante

El contar con una entrada para adquirir un bien a crédito hará que el cliente pague menos intereses o que cancele la deuda en un plazo menor. Se recomienda contar con al menos el 30% de la entrada ahorrada previamente.

7. Pagar la totalidad de las cuotas mensuales para evitar caer en mora

Una vez adquirido el crédito, se recomienda hacer siempre los pagos completos de las cuotas o tabla de amortización establecida y en el caso de las tarjetas de crédito siempre cancelar más del mínimo a pagar; y si se tiene préstamos, esforzarse por pagar siempre la cuota completa y a tiempo, para no incurrir en costos adicionales por mora o comisiones de cobranza que posteriormente podrían afectar la economía.

8. Ser precavido

Los gastos no considerados en el presupuesto pueden presentarse en cualquier momento. Los imprevistos son inevitables. Por ello se sugiere tener un fondo de emergencia para evitar incumplimientos con los compromisos crediticios o lograr hacer frente a los imprevistos. Dicho fondo debería ser 3 veces los ingresos mensuales.

El mismo fondo de emergencia también puede servir como garantía en caso de solicitar un nuevo crédito. Es importante cuidar el historial de crédito siendo un pagador puntual para futuras necesidades.

9. Automatizar los pagos

La opción de automatizar los pagos evita olvidos y por consiguiente costos por mora o multas. Con esta alternativa, no hay necesidad de desplazarse para realizar trámites de pago mediante débito automático, todas las deudas se saldarán en la fecha sin caer en
incumplimiento por olvido. Un pago retrasado puede tener un efecto considerable en el historial crediticio, por lo que automatizar los pagos es ideal para evitar moras que afecten a la economía.

10. La consecuencia: un historial de crédito fuerte

El crédito puede ser un gran aliado para construir un historial de crédito fuerte, siempre y cuando se maneje apropiadamente. Considerar esto no sólo para los préstamos,
pues las tarjetas de crédito también pueden jugar un rol importante en la
construcción de un buen perfil crediticio.

Siguiendo estos simples, importantes y acertados consejos, se podrá gozar de un adecuado manejo de los créditos, así como de una próspera salud financiera.

 

 

Fuente: Augusta Bustamante, Gerente de Responsabilidad Social de Diners Club.

 

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