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Maternidad activa: ¿qué se puede y no se puede hacer? Es beneficioso hacer ejercicio durante el embarazo.

Existen muchas creencias e inquietudes en torno a la actividad física durante el embarazo y luego del parto, sobre todo en las madres primerizas y fitness. ¿Puedo mantener el mismo ritmo de entrenamiento, hasta cuándo puedo ejercitarme, cuál es la intensidad adecuada, cómo debo retomar el ejercicio luego de un embarazo delicado? Resolvemos estas y otras dudas frecuentes para ayudar a las futuras madres a llevar una maternidad activa y saludable.

El ejercicio durante el embarazo puede ser un factor fundamental en la prevención de enfermedades en la edad adulta del bebé. Por otro lado, el Journal of American Medicine Association, recomienda someterse a una revisión y diagnóstico médico previo para evaluar el estado físico de la madre.

Lo más importante es tener presente que el ejercicio físico para una mujer embarazada debe obedecer a una rutina especial, valorando si su vida previa a este acontecimiento ha sido activa o sedentaria y, sobre todo, contar con la aprobación de su médico, a fin de lograr buenos resultados y evitar complicaciones.

Mantener una condición física durante esta etapa favorecerá a la movilidad hasta el término de la misma, permitiendo agilidad al cuerpo de la futura mamá.

 

 

Pautas para iniciar una maternidad activa

Para iniciar una maternidad activa se debe tener claro:

Valoración médica: Previo a iniciar con una rutina de entrenamiento, gimnasia, yoga o cualquier disciplina deportiva es importante que exista una valoración médica que evalúe los riesgos de mantenerla o posibles lesiones que puedan ocurrir, esto con la finalidad de llevar a cabo una experiencia grata y sin complicaciones.

El pasado importa: Si antes del embarazo, la futura mamá llevaba a cabo entrenamientos diarios, realizaba caminatas o iba al gimnasio, esto permitirá que el ejercicio durante la gestación sea 100% beneficioso, sin generar ningún riesgo. Al contrario, si no existe una condición física previa, el cuerpo debe habituarse a un nuevo proceso anatómico y demandar más esfuerzo, lo que podría ser contraproducente.

Proceso: Todos los cuerpos funcionan de manera diferente, por lo que mantener un entrenamiento durante el embarazo deberá ser paulatino y con movimiento limitados, sin llevarlos al límite de la capacidad. Lo más recomendable es evitar oxigenación y agitación excesivas, ya que puede afectar al bebé. Sin embargo, ejercitarse es clave para mantener la movilidad y fortalecer articulaciones hasta el día del parto.

Calma y control: Aunque la idea de iniciar de inmediato con un estilo de vida saludable al conocer que se encuentra en gestación puede ser tentadora, es importante comprender que los hábitos no se pueden forzar. Se puede dar inicio con pequeñas caminatas de 10 a 15 minutos y luego ir incrementando el nivel de intensidad, siempre supervisado por un entrenador profesional.

 

 

Rutas de entrenamiento

Pautas para definir las rutinas de entrenamiento:

Tiempo e hidratación: Es ideal mantener un control adecuado a través de la ejecución de pequeños intervalos de descanso entre cada ejercicio, combinados con espacios de hidratación.

Peso controlado: Si bien, al ejercitarse existe un esfuerzo físico, no es del todo recomendable levantar peso con grandes cargas. Lo ideal es que, si durante el entrenamiento de fuerza se requiere peso, sean cargas similares a objetos cotidianos como bolsas de compra del supermercado o un botellón de agua, es decir, que no excedan los 10 kilos.

Ejercicios adecuados: Los mejores ejercicios serán aquellos que evitan el cansancio excesivo como las sentadillas, yoga y caminatas. También es recomendable fortalecer los músculos con bicicleta estática o mancuernas ligeras. Los ejercicios de impacto como burpees no son una buena opción, ya que lo más recomendable es evitar rebotes porque pueden producir golpes en el vientre.

Superficie: Un piso de caucho, un mat de yoga o el césped serán ideales para practicar cualquier movimiento, ya que este tipo de superficies absorben el impacto del peso del cuerpo contra el suelo, evitando lesiones y brindando comodidad durante la actividad física.

Indumentaria: La vestimenta es fundamental ya que brinda soporte y permite realizar los ejercicios con comodidad y mejor rendimiento.

 

 

Principales beneficios

Beneficios del ejercicio en la maternidad:

Movilidad: Sin duda, uno de los beneficios más importantes del ejercicio durante el embarazo es la movilidad y agilidad que aporta al cuerpo durante los últimos días de gestación. Gracias a la coordinación constante, los músculos y articulaciones se fortalecen, permitiendo que el peso natural del cuerpo sea más llevadero y cómodo.

Dolor moderado: Gracias a una rutina activa durante el embarazo existen estudios globales que aseguran que el cuerpo se encontrará preparado y fortalecido para el parto, reduciendo el dolor y aportando a la relajación de los músculos.

 

 

Fuente: Érika Jurado, entrenadora certificada de Reebok.

 

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