¿Sabías que sí hay mil formas de decir «te quiero»? Te invitamos a conocer varias y así puedas escoger alguna de ellas.
Todos las conocemos: hay parejas que no terminan de funcionar. Y lo curioso es que, si hablas en profundidad con ellos, te das cuenta de que se quieren. Se quieren de verdad. Se quieren, pero no consiguen demostrárselo el uno al otro. Es como si, al intentar demostrarse el amor, no consiguieran transmitirlo. Como si estuvieran emitiendo en frecuencias diferentes. Como si hablaran lenguajes distintos.
¿Y tú? ¿Sabes cómo hablar el mismo lenguaje que el otro?
Amor no es sentimiento
Muchas veces se habla de la diferencia entre el amor y el sentimiento. El sentimiento es una sensación involuntaria, es el resultado de una emoción, es un estado de ánimo, positivo o negativo, que se produce sin que puedas evitarlo. El amor es algo más estable, independiente del sentimiento, que tiene una relación mucho más fuerte con la voluntad: si uno quiere querer, puede tener amor, aunque los sentimientos no sean tan fogosos ni tan fuertes como al principio. Por eso se dice que el amor no pasa nunca. El sentimiento sí pasa, viene y va. No lo controlas.
Los sentimientos no son malos
Pero los sentimientos no son algo negativo. Al revés: es muy importante tenerlos en cuenta en una relación. Y es que a veces pasa que hay personas que se quieren, pero no se lo saben demostrar. El amor existe, se quieren… Pero uno de los dos (¡o los dos!) no se sienten queridos. ¿Y esto es importante? Te diría que es fundamental.
Es importante quererse, pero igual de importante es saber demostrar el amor, para que el otro se sienta querido. El sentimiento en este sentido es crucial, porque cuando uno se siente querido, es feliz. Y, cuando no se siente querido, no.
Hay 1.000 formas de decir “te quiero”
Y es que hay muchas formas de decir “te quiero”. Tú puedes decirlo directamente con palabras. “te quiero”, pero también puedes darle un beso, guiñar un ojo, dar una caricia, decirle lo guapa que está, lo bien que le sienta el traje con corbata o que la cena que ha hecho está estupenda. Incluso puedes recoger un ramito de flores silvestres de camino a casa, servir un buen desayuno o ayudarle a poner la mesa. Todos esos detalles son muestras de amor, son mil formas de decir “te quiero”. Con palabras, pero también con obras.
Pero todas esas formas el otro no siempre las interpreta como gestos de cariño. Depende mucho de cuál sea su lenguaje de amor. Por eso me gusta subrayar que, para conseguir no basta solo querer al otro, sino también que se sienta querido de verdad. Es importante demostrarle tu amor en el lenguaje de amor del otro.
Y es curioso que esto es algo realmente sencillo, pero que muy pocos ponen en práctica. No resulta nada complicado, de verdad: hay, por ejemplo, autores como John Gottman, que resumen estas mil formas de decir te quiero en cinco lenguajes. En su libro “Los 5 lenguajes del amor”, describe cómo estos lenguajes son la forma que tenemos las personas de sentirnos queridos y de demostrar a los demás nuestro amor. El autor incluso aporta hasta un formulario para rellenarlo, tanto tú como tu pareja, para saber cuáles de estos detalles concretos tienes que tener para que el otro “interprete” correctamente tu amor en el lenguaje que conoce.
Pues elige solo una
Y es entonces cuando aciertas de verdad. Porque puede pasar que le quieras al otro, pero se lo estés diciendo en un lenguaje de amor equivocado. Normalmente uno demuestra a los demás su amor en su propio lenguaje de amor, pero si el lenguaje del otro es diferente, entonces puede que no se sienta querido (¡y eso que le quieres!) pero no se lo dices de la forma que lo entienda. Es entonces cuando se puede dar la paradoja de que exista amor real entre los dos, pero que ninguno de los dos se sienta querido. Y es una verdadera lástima.
Muchos matrimonios se rompen porque se quieren, pero no se lo saben demostrar. Pues, ¿sabes qué te digo? Que la solución es mucho más fácil de lo que parece. Averigua tu propio lenguaje de amor y díselo al otro. Averigua también su lenguaje de amor y pídele que te diga qué cosas hacen que se sienta querido. Tan fácil como hablarlo, comunicarse y decirse el uno al otro los detalles que le hacen sentirse querido.
Escrito por: Fernando Poveda, autor del libro: La pareja que funciona. Blog: laparejaquefunciona.com
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