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Los negocios y sus empleados deben formar una sólida alianza, para lograr una verdadera recuperación en el contexto COVID y post COVID.

El cambio de semáforo de riesgo de rojo a amarillo, comienza una nueva etapa de retorno gradual a las actividades productivas. No obstante, las necesidades han cambiado: la salud será prioritaria, la higiene personal y comunitaria será un requerimiento en casa y fuera de ella. Se apuesta a reabrir los negocios, a la par que se garantiza el cuidado de la salud de los empleados y clientes.

Esta crisis sanitaria ha afectado a todas las actividades laborales, y la OMS nos advierte de un rebrote de COVID por lo que hay que tomar todas las medidas de prevención incluyendo los riesgos psicosociales. “Ante esta situación de incertidumbre y aislamiento, podemos entrar en un círculo vicioso en el que nos vemos afectados a nivel emocional, fisiológico, cognitivo, y/o conductual”, nos indica la Dra. Nadia Donadonibus, experta en psicoterapia, trastornos de conducta y riesgos psicosociales.

El coronavirus no es solo una pandemia física, sino también psicológica. En Ecuador, más de un 30% de la población se encuentra en estado emocional de ajuste y en el sector de los servicios esenciales ya se registran altas tasas de absentismo y desconexión con su personal.

Frente a este panorama se deben implementar las medidas preventivas en las organizaciones para planificar la reincorporación al trabajo, minimizando los posibles riesgos físicos y psicosociales, lo que requiere junto con las medidas de bioseguridad, apoyar a los trabajadores a nivel emocional.

 

 

Salud financiera empresarial y la de los empleados

Acorde al World Economic Forum 2020, el coronovirus representa el mayor peligro para la economía global, lo que trae un impacto negativo a la sostenibilidad de los negocios, empresas y por ende al empleo en la ciudadanía, generando permisos y despidos, un factor de estrés adicional para los empleados.

“La situación actual, con aislamiento, miedo, incertidumbre y crisis económica, puede causar trastornos psicológicos por el «sufrimiento inmenso de cientos de millones de personas» y los costes económicos y sociales a largo plazo para la población.” Según la OMS, al momento, estas sintomatologías en la población están pasando desapercibidas, probablemente debido a la magnitud de la crisis, por lo que las necesidades en salud mental «no están recibiendo la atención que requieren», algo que se agudiza por la falta de inversión y prevención en este terreno antes de la llegada de la pandemia.

Previo a la pandemia, un estudio reciente de la OMS estima que los trastornos de ansiedad y depresión suponen más de 50 millones de años perdidos de trabajo. Tan solo en Europa, los costes estimados derivados de los trastornos superan los 122 mil millones de dólares al año. En relación a otras afecciones en la salud, los trastornos de salud mental elevan un 30% las pérdidas económicas de las empresas y de la economía. De aquí la importancia que tienen los riesgos psicosociales en el ámbito laboral y su prevención y atención.

 

 

Prevención y acompañamiento para salvar los negocios

Algunos estudios han analizado la catástrofe epidemiológica desde la perspectiva gerencial, desde diciembre del año pasado, relacionados con la epidemiología, sicología y los recursos humanos; y aquellos que se remontan a recientes epidemias como la de SARS (severe acute respiratory síndrome) y el vínculo de estas epidemias con la salud mental. Es así que en China, el brote del COVID 19 ha traído consigo la aparición de tremendos problemas sicológicos lo que ha generado un serio desafío emergente a los servicios de salud mental.

El desafío al empleado va desde la necesidad de cuidar de sí mismo, sus familias y tratar de mantener su puesto de trabajo. Los estudios consideraron: los factores estresores, los factores moderados y posibles vías de acciones desde la organización para mitigar los efectos del covid 19 en la salud mental del empleado, para lo cual se analizaron 2 indicadores en particular: angustia sicológica y depresión mayor que resultan de un brote de epidemia o pandemia.

Entre los estresores durante la pandemia están: la percepción de seguridad, el exceso de información e incertidumbre, la cuarentena o confinamiento, el estigma y exclusión social, pérdida financiera e inseguridad laboral. En cuanto a los estresores después de la pandemia, se pueden hacer algunas predicciones concernientes a los potenciales detonantes, los cuales pueden continuar teniendo un efecto aun después de la pandemia: desorden de estrés postraumático, estigma, pérdida financiera e inseguridad laboral.

 

 

Mitigar efectos negativos en la salud y el rendimiento

La clave es conseguir un enfoque participativo en el que empresarios, directivos y trabajadores se involucren en la gestión de los riesgos psicosociales. Ese plan debe incluir los factores organizacionales, institucionales y los individuales.

En cuanto al ámbito organizacional: rol ocupacional, manejo de la seguridad y salud ocupacional y los desafíos del teletrabajo. Los factores institucionales abarcan los programas gubernamentales de ayudad financiera, la presencia de un sistema público eficiente de manejo de salud mental y una estrategia de comunicación clara sobre el COVID-19.

Mientras que los factores individuales están relacionados con la predisposición individual a enfermedades mentales y la percepción de vulnerabilidad de la salud (adultos mayores, personas con enfermedades crónicas, comorbilidades con otras enfermedades, mujeres, mujeres embarazadas).

 

 

Estigma

El estigma asociado con problemas de salud mental puede causar renuencia a la hora de buscar apoyo tanto por COVID-19 como por problemas de salud mental y retrasar la búsqueda de ayuda.

Es necesario que los líderes estén capacitados para detectar los signos de agotamiento en el personal y en sí mismos, aplicando las medidas de autocuidado de su salud emocional, de prevención y de intervención en casos de urgencias.

Para esto, es importante optimizar la comunicación y la transparencia, prevenir el estigma de COVID y de salud mental aplicando políticas de cero tolerancia y capacitarse en COVID 19, conductas preventivas y la justificación de las cuarentenas en los casos que amerite, involucrando a los gerentes y jefes de equipos.

Este training también debe incluir como manejar equipos virtuales en el contexto del teletrabajo, para poder apoyar a los miembros de sus equipos, y considerar sus circunstancias específicas que van desde la recuperación de la enfermedad, el cuidado de un pariente en cuarentena, la responsabilidad de combinar las horas de teletrabajo con niños estudiando en casa, hasta la experiencia del duelo.

Los trabajadores se encuentran ante la amenaza creciente de que sus bajas laborales puedan dar lugar al despido por parte de la empresa, lo que aumenta su estrés. Por lo que una comunicación clara y transparente; así como la atención y el tratamiento de los riesgos psicosociales es clave para conseguir un beneficio mutuo entre las empresas y sus empleados y asegurar su bienestar.

 

 

Nuevas necesidades

Las necesidades han cambiado, no obstante, lo que no ha cambiado es lo que los estudios han demostrado acerca de lo que los empleados buscan de una organización, esto es: que su contribución individual sea reconocida y comprendida, junto con un entorno empático, abierto al diálogo y donde son escuchados; por lo que una combinación de calidez y competitividad se vuelve un imperativo en estos momentos en que se apuesta a reabrir los negocios, a la par que se garantiza el cuidado de la salud de los empleados y clientes.

Las empresas no están equipadas para hacer frente a una pandemia, en términos de información, recursos y competencias, por lo que gerentes y equipos de recursos humanos deben trabajar en soluciones empíricas para mantener las operaciones al mismo tiempo que garantizan la seguridad y protección de sus empleados.

“La inseguridad, incertidumbre abre la puerta al estrés, por lo que hay que liderar eficazmente en el acompañamiento a una fuerza laboral que confronta un desgaste emocional por pérdidas familiares, experiencias de enfermedad, miedos, somatizaciones a la par que transita el camino de regreso al entorno productivo”, sostiene la Dra Nadia Donadonibus.

 

 

Más información: Lorena Egas Cel: 0939037369 / Nadia Donadonibus Cel:0997217831 / IG: @clinicaserhumanoec / @nadia_donadonibus

 

 

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