Comparte en familia días de piscina y sol sin tensiones ni miedos.
Es común que los niños disfruten jugar en el agua. Cada vez que escuchan la palabra “piscina”, sus rostros se llenan de alegría, saben que es tiempo de diversión. Sin embargo, para los adultos es un momento de tener mucho cuidado y atención. Un pequeño despiste puede hacer de ese momento de diversión, una situación de angustia y desesperación.
Los siguientes consejos pueden servirte para evitar cualquier tipo de accidente.
- Los expertos en el tema aconsejan elegir piscinas acondicionadas con medidas de seguridad. Es importante la presencia de un socorrista en cualquier entorno acuático y que la piscina esté protegida con un cercado perimetral que impida a los niños llegar solos al agua. Además, recomiendan extremar el cuidado en las piscinas hinchables, peligrosas por la falsa sensación de seguridad que producen.
- No se debe relegar la vigilancia a otros niños mayores. Han de ser los adultos quienes se ocupen de cuidar de los menores.
- Es más recomendable el uso de chalecos salvavidas que el de flotadores inflables, ya que estos son sólo sistemas de flotación. Pueden pincharse o desinflarse y dejar al niño desprotegido en el agua.
- Aunque los niños sepan nadar, no conviene sobreestimar su capacidad por muy experto que sea. Se cansan más rápido que un adulto y corren el riesgo de hundirse.
- Fuera celulares. Son un entretenimiento que despista a los progenitores de cuidar la vigilancia de los niños. Los expertos además recomiendan organizarse en turnos para no dejar de observarlos.
- Los niños chapotean, gritan y juegan en el agua. El silencio absoluto no puede confundirse con la tranquilidad, sino que debe alertarnos de que algo ha podido ocurrir.
- El extendido mito de que sólo se necesitan 27 segundos para que un niño se ahogue no es del todo cierto. Puede ocurrir incluso en tan sólo 10 segundos. Para evitarlo, los expertos recomiendan seguir la regla del 10/20, que consiste en mirar a la piscina cada diez segundos y estar disponibles para llegar antes de 20.
- No resulta peligroso utilizar balones hinchables y otros elementos de juego dentro del agua, pero sí deben retirarse una vez que los niños hayan salido de la piscina para que ninguno sienta la tentación de acercarse por uno de ellos a la orilla: pueden caerse al agua en uno de esos intentos.
- Diez centímetros de líquido son suficientes para que un niño se ahogue. Así que incluso cuando parece imposible que pueda ocurrir, hay que permanecer alerta. Los niños menores de cinco años son el grupo de mayor riesgo de ahogamiento ya que no tienen ninguna conciencia del peligro que encierra el agua.
Si a pesar de todo un niño cae a la piscina y sufre un ahogamiento, es conveniente aprender cómo practicarle una maniobra de reanimación. Cada segundo cuenta. No obstante, para que esto no suceda, mantengámonos alerta y dispongamos todo nuestro foco en los pequeños.
Vía: ABC de España