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El síndrome del ojo seco es causado por una falta crónica de suficiente lubricación y humectación sobre la superficie del ojo.

El ojo seco es una afección frecuente que aparece cuando la producción de lágrimas es insuficiente y no permite al ojo lubricar de forma adecuada. Con la llegada del verano, la incidencia de esta patología visual aumenta como consecuencia de los factores propios de la época, como son: las altas temperaturas, el polvo, el viento, los ambientes más secos, el uso frecuente de aire acondicionado y la radiación ultravioleta.

A lo indicado se suma la alta exposición a dispositivos electrónicos como consecuencia del confinamiento, lo que genera una disminución de la frecuencia de parpadeo, dando como resultado la resequedad ocular.

De acuerdo con la doctora Fitha Vásquez, oftalmóloga de la Clínica Andes Visión, los principales síntomas de ojo seco pueden ser una sensación de cuerpo extraño en el ojo, ardor o comezón, sensación de punzadas, presencia de mucosidad viscosa en los ojos o alrededor de éstos, sensibilidad a la luz, enrojecimiento, dificultad para usar lentes de contacto, ojos llorosos y, visión borrosa o fatiga ocular.

Ante estos síntomas es importante acudir a un profesional para obtener el diagnóstico respectivo, conocer el grado de la afectación e iniciar el tratamiento más oportuno con el fin de evitar futuras complicaciones o daños en la córnea que podrían llegar a ser permanentes.

 

 

Tratamientos más adecuados

La especialista señala que existen diferentes tratamientos que pueden disminuir las molestias causadas por ojo seco, dependiendo de su causa y gravedad.

Uno de los tratamientos más comunes es el uso de lágrimas artificiales, recetadas en casos leves, y que aportan a la lubricación del ojo y a la vez disminuyen el malestar ocasionado por la resequedad ocular. Estas gotas lubricantes se deben usar de manera permanente, de acuerdo a la periodicidad y frecuencia que determine el médico.

El uso de antiinflamatorios o terapia con corticoides también es una alternativa para tratar esta patología ocular, en conjunto con las lágrimas artificiales. Para ambos casos debe ser el médico oftalmólogo quien prescriba este tratamiento, tras hacer una evaluación previa del paciente.

Otra forma de tratar el ojo seco es a través del uso de tapones lagrimales, mismos que permiten que las lágrimas permanezcan en la superficie del ojo por más tiempo. Se trata de un pequeño dispositivo estéril que se inserta en uno de los puntos lagrimales internos, haciendo posible que las lágrimas se mantengan en la superficie del ojo por más tiempo, aliviando de esta manera los síntomas del ojo seco.

Uno de los últimos y más innovadores tratamientos para el ojo seco es el de luz pulsada policrómica o también conocida como “luz fría”. Se basa en aplicar en la región del pómulo y la zona temporal del paciente destellos de esta luz, misma que estimula las glándulas de Meibomio para ayudar así, a recuperar sus secreciones.

Este moderno tratamiento, al cabo de 4 sesiones y pocos minutos invertidos en cada una, conseguirá progresivamente que la película lagrimal recupere su estructura normal y los síntomas relacionados a la sequedad ocular u ojo seco, desaparezcan.

 

 

Medidas de prevención

La especialista señala que para prevenir el ojo seco es importante mantener este órgano lubricado permanentemente. El uso de lágrimas artificiales cada 20 minutos es ideal para este cometido. De igual forma, descansar la vista cada cierto tiempo por períodos de 20 segundos viendo a una distancia de 20 cm ayuda a la lubricación natural de los ojos.

El uso adecuado de la luz, así como el control del aire acondicionado o ventiladores a altas velocidades no deben ser excesivos ya que ocasionarían resequedad ocular. Proteger los ojos de ambientes muy secos o con exceso de químicos en el aire, es otra de las recomendaciones que brinda la Doctora Vázquez. A esto se puede sumar también el uso de humidificadores para evitar la resequedad del ambiente.

Si va a salir de casa, es muy importante el uso de gafas de sol con protección UV, especialmente en zonas con mucho viento.

Una buena hidratación durante el día puede mitigar los malestares de Ojo Seco. De igual manera, llevar una dieta balanceada que contenga Omega 3, 6 y 9, así como la ingesta de vitamina C, también será de gran ayuda.

Parpadear con mayor frecuencia cuando se utiliza la computadora u otros dispositivos electrónicos, y el descanso correcto son otros factores que ayudan a aliviar esta afección.

 

 

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