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Para hacer el bien, también hace falta un poco de creatividad. ¡Este original video nos lo recuerda!

Dios nos ha creado a su imagen y semejanza, por eso nos dio el don de la creatividad, la capacidad de generar soluciones e ideas útiles. Observar lo que no está presente y ser creativos para hallar los recursos necesarios para traer algo nuevo a la existencia.

A lo largo de la historia, se han producido grandes avances en diversos campos: medicina, ciencia, tecnología, etc. Imaginemos cómo era la vida antes de la rueda, la electricidad, Internet y tantos inventos que son de gran utilidad para el hombre.

Al respecto, te presento un video elaborado por la compañía aérea United Airlines, que nos muestra a Óscar, el Gruñón (The Grouch).

Es probable que nos parezca imposible creer que los desechos sólidos urbanos (basura) puedan convertirse en biocombustible destinado a los aviones, pero hace más de cien años la gente no creía que dejaría la Tierra e iría a la Luna y otros planetas.

 

 

Ser creativos en la vida diaria

Por otro lado, esta capacidad tiene un sentido más amplio. El Papa Francisco dice:

«Estamos llamados a ser creativos en el hacer el bien, con la prudencia y la astucia del Evangelio, usando los bienes de este mundo —no solo los materiales, sino todos los dones que hemos recibido del Señor— no para enriquecernos a nosotros mismos, sino para generar amor fraterno y amistad social».

Jesús es el mejor ejemplo a seguir, ya que revolucionó una época en la que se conocía que todo era «ojo por ojo, diente por diente», con un mensaje de amor y perdón, incluso al enemigo.

Es necesario encontrar diferentes caminos y formas de anunciar a Cristo dentro y fuera del ámbito eclesial. Debido a la pandemia, la Iglesia tuvo que emplear los medios de comunicación. Misas virtuales, evangelización a través de las redes, etc.

¡Cuántas almas se pierden cada día por la falta de Dios en sus vidas!

Si participas en una parroquia, asociación o movimiento, hay tantas maneras de aprovechar esta habilidad en la evangelización.

¡Cuánta gente necesita conocer a nuestro Redentor! ¿Qué podemos hacer para acercarlos a Él? ¿Nos conformamos solo con que los que lleguen al templo o salimos a buscarlos?

En el año 2000 tuvo mucho éxito una película, «Cadena de favores». Cuenta la historia de un niño cuyo proyecto escolar lo motivó a ayudar de modo asombroso a tres personas, algo que no podrían haber realizado por sí mismas, con el propósito de que ellos, a su vez, pudieran socorrer a otros. Una gran idea.

«No nos cansemos de obrar el bien; que a su tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos.» (Gálatas 6,9).

 

 

¿Qué hacer para desarrollar más este gran regalo?

Según los expertos en la materia, es muy importante poner atención a lo que vemos y escuchar las necesidades de los demás. Cuando se te ocurra una idea, anótala y tómalo todo con calma, sin estrés.

Nuestro Creador nos ha dado este don, así que deja de pensar que no lo tienes. Lo que falta es desarrollarlo en nosotros y que dé fruto.

Según el investigador de neurociencia Michel Le Van Quyen: «el silencio favorece la creatividad y la creación de nuevas neuronas». Recuerda que el silencio nos permite escuchar a Dios.

Hay oportunidades de sobra para ser ingeniosos haciendo el bien. Conozcamos la vida de los santos y encomendémonos al Divino Espíritu en la oración, porque Él es la fuente de la creatividad.

 

 

Escrito por: Verónica Tito, vía Catholic-Link.

 

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