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8 iniciativas para transmitir el amor a la naturaleza y su cuidado en este nuevo año escolar.

Nunca es muy temprano para aprender a reciclar, conocer y amar más nuestro planeta. Con este nuevo inicio del año lectivo es importante que las instituciones educativas se planteen propuestas y metas para el desarrollo sostenible y la educación ambiental.

Pequeños actos motivan a instaurar nuevos hábitos, y es la ocasión perfecta para que los maestros, quienes tienen en sus manos la posibilidad de mover colectivos, pongan el ejemplo.

Replicando este tipo de acciones en toda la institución, podrían lograr contagiar a otras de fuera. Iniciar a los niños en el camino de un estilo de vida sostenible requiere educar con el ejemplo, buscar y aprender juntos nuevas formas y oportunidades para evitar el uso de ciertos materiales, reutilizar o reciclar.

Aprender más

Muchas escuelas y colegios cuentan con contenedores para reciclar plásticos, también con llaves automáticas para evitar el desperdicio de agua y, muchas intentan ahorrar energía. Pero más allá de estas acciones, ¿cuál puede ser el siguiente paso?

  1. Aprender a ver qué tipo de plástico es reciclable, tal vez separarlo y crear conciencia sobre aquellos que son más difíciles de reciclar.
  2. Programar salidas a centros de reciclaje. Malecón 2000 cuenta con una muestra del proceso de reciclaje, aquí los estudiantes notarán que los desechos no desaparecen solo porque se los bote a la basura.
  3. Agendar visitas a parques, huertos, haciendas… Apreciar la naturaleza e informarse más sobre ella y cómo la contaminación la impacta, permite desarrollar un interés natural por la conservación.
  4. Invitar personas, empresas y artistas que reciclen o motiven el reciclaje. Así pueden ver otros puntos de vista y estilos de vida que benefician el medio ambiente.
  5. Informar para crear conciencia sobre el desperdicio. Crear campañas para motivar el cuidado de los espacios, la electricidad y nuestras pertenencias. Se podría, por ejemplo, encargar que las clases tomen turnos para clasificar plásticos, apagar las luces, computadores, etc. También coordinar una campaña para recolectar ropa y donarla a personas o instituciones necesitadas.
  6. Contactar a empresas que se dediquen al reciclaje de dispositivos electrónicos, que ofrezcan charlas a la comunidad para conocer más sobre el tema. Informarse de convenios con compañías de electrónicos para reciclar cartuchos, monitores, celulares, pilas, etc.
  7. Implementar protocolos para la cafetería, comedor o bar de la institución y evitar el uso de plásticos de un solo uso.
  8. Contar con huertos en los que, además de valorar la naturaleza y comprender los beneficios de ella, se utilicen ciertos desechos orgánicos del comedor o los snacks de los estudiantes para reutilizarlos.

Enseñar y aprender de los niños

Desde muy temprana edad se debe sensibilizar a los niños sobre el respeto a la naturaleza y al cuidado de nuestro planeta. Explicarles las consecuencias de años de descuido y excesos es importante y necesario. Exponerlos a que sean los gestores de acciones y propuestas para cuidar el medio ambiente será la mejor enseñanza que podemos darles.

Ellos aprenden de nosotros, y como adultos nos maravillaremos de sus ideas y propuestas genuinas y sencillas, llenas de ternura y sinceridad. Aunque muchas veces no lo veamos al final somos nosotros “los adultos” quienes aprendemos y nos acostumbramos a complicarnos en el día a día, creando una necesidad por objetos y recursos materiales. Ellos –si les damos la oportunidad– pueden darnos lecciones sobre la importancia de disfrutar de las pequeñas cosas y cuidar nuestro planeta.

Por Claudia Rivera Cevallos
Lcda. en Educación Inicial con mención en Educación Especial
Diplomada en Arteterapia

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