¿Cómo prevenir el cáncer de ojo? Es importante que conozcas más sobre esta enfermedad y cómo prevenirlo.
La Organización Mundial de la Salud ha señalado que el cáncer es la segunda causa más común de muertes en el mundo. Esta enfermedad, que es definida por la Sociedad Americana de Cáncer como “la reproducción de células anormales (cancerígenas) que eventualmente superan en número a las células sanas”, afecta y cobra millones de vidas anualmente, sin discriminación de género, edad ni origen étnico.
Lo cierto es que existen varios tipos de cáncer, que aunque pueden presentar algunas similitudes entre sí, son muy distintos en la forma en que se desarrollan, extienden y responden a los distintos tratamientos disponibles. Entre ellos está el cáncer de ojo, que produce tumores malignos en este órgano, o se ocasiona por el desarrollo de tumores en otra parte del cuerpo que posteriormente se derivan al ojo.
Frente a ello, es importante tomar precauciones que disminuyan significativamente las posibilidades de padecer esta enfermedad. Es por eso que, a propósito del Día Mundial Contra el Cáncer, que se conmemora en el mes de febrero, brindamos a continuación información detallada sobre el cáncer de ojo, y 3 recomendaciones para prevenir su aparición.
Sobre el cáncer de ojo
Los tumores oculares o cánceres del ojo son alteraciones del tejido ocular de tipo benigna o maligna, que pueden aparecer en los párpados, la conjuntiva, el iris, la coroides, retina, y/o en la órbita.
Las consecuencias de este tipo de cáncer pueden ser muy graves, incluyendo la pérdida de la visión, y también del ojo.
Entre los principales síntomas de esta enfermedad están: modificaciones de la forma y tamaño de la pupila; visión deficiente, sensible y borrosa por la luz natural o artificial; dolor alrededor o dentro del ojo; visualización de destellos, manchas o líneas; aparición y crecimiento de lunares en alguna región del ojo; falta de visión periférica; y pupila de color blanco, especialmente en niños.
Recomendaciones para prevenir el cáncer de ojo
Aunque la causa más común del cáncer ocular es de origen hereditario, existen otros factores que contribuyen a la aparición de esta patología, y que deben evitarse a toda costa. Las recomendaciones para prevenir esta enfermedad son:
Proteger a los ojos
Los rayos ultravioleta son extremadamente dañinos para los ojos. Cuando la piel del párpado recibe mucha radiación ultravioleta se provoca una degeneración del mismo y/o de la piel cercana al ojo, manifestándose como un bulto o una herida que no cicatriza del todo, y que habitualmente sangra.
Para prevenir la aparición de un cáncer ocular, una recomendación clave es evitar la exposición solar en horas del día en que la radiación es más fuerte, usualmente entre las 12h00 y 16h00. Además, se sugiere el uso de gafas solares con protección UV, así como de gorros o sombreros.
Por otra parte, es necesaria la protección ante la luz azul. El uso de dispositivos electrónicos ha incrementado significativamente, particularmente a partir de la pandemia por el Covid-19.
Estos equipos emiten un tipo de luz, conocida como luz azul, que puede provocar trastornos en la salud visual. Por eso es importante proteger a los ojos de la exposición a las pantallas, reduciendo al máximo la intensidad de la luz, manteniendo una distancia adecuada y no abusando del tiempo frente a ellas. tanto de dispositivos móviles, computadoras o televisión. Asimismo, los lentes con lunas especializadas que actúen como una barrera protectora ante la luz azul son ideales para este fin.
Llevar una alimentación saludable y balanceada
Comer bien es esencial para vivir una vida saludable. Mantener una dieta saludable y balanceada también ayuda a que los ojos funcionen mejor y se mantengan saludables, por lo cual es importante incluir alimentos ricos en vitaminas A y C, que son excelentes para la protección de los ojos, y que pueden obtenerse de las zanahorias, cebollas, espinacas y el brócoli.
Acudir a consultas oftalmológicas periódicas
Es importante visitar al oftalmólogo regularmente para que los ojos se mantengan saludables. Estas consultas son fundamentales porque permiten detectar cualquier anomalía oportunamente, y establecer el tratamiento adecuado.
Es importante señalar que, si bien estas consultas deberían hacerse al menos una vez al año, si el paciente llegase a notar cambios tanto en el globo ocular, como en el tamaño de la pupila, o identifica cualquiera de los síntomas detallados anteriormente, debe acudir de manera inmediata al oftalmólogo que evalúe su cuadro.
Fuente: Dr. Hugo Salcedo, oftalmólogo de la Clínica Andes Visión.
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