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En la época navideña y de fin de año muchos sufrimos a causa de problemas digestivos. Conoce cuáles son los más comunes.

En esta época del año, se acumulan las reuniones en las que nos juntamos para comer y beber. Dan el pistoletazo de salida las comidas y cenas de empresa, pero les siguen pronto las quedadas y reencuentros con amigos y, por supuesto, las comidas y cenas familiares de Navidad y fin de año.

Cuando se suceden tantos cambios en nuestra rutina, el sistema digestivo sufre las consecuencias.

 

 

Problemas digestivos más comunes

En Navidad, que solemos comer mucho durante varios días seguidos, es posible que aparezcan algunos problemas digestivos. Estos son los más frecuentes durante las fiestas:

Acidez y ardor

Suelen ir de la mano, pues se producen por el mismo motivo: un exceso de ácido en el estómago. Después de una comida copiosa, el estómago trabaja más de lo habitual y llega a producir un más ácido de lo normal. La acidez son las molestias que ese exceso causa en la parte alta del abdomen. Es habitual que el dolor se acentúe al agacharse o recostarse.

 

 

Reflujo

Otro problema muy ligado a la acidez y el ardor. Después de una comida abundante, es posible tener un sabor agrio en la boca, una sensación similar a como si la comida volviese desde el estómago. Esta molestia, junto con la acidez y el ardor, suele ser algo puntual. Sin embargo, si se convierte en frecuente (dos veces por semana o más), es conveniente visitar al médico.

Por ejemplo, la enfermedad por reflujo gastroesofágico causa acidez y otras molestias, por lo que estos síntomas pueden ser un primer aviso si se vuelven habituales.

Gases

Durante las comidas navideñas, hablamos mientras comemos y bebemos, y eso implica tragar mucho aire. Ese exceso de aire se acumula en el esófago y tiene que salir a través de los eructos. La acidez también puede provocar la necesidad de eructar con frecuencia. Por su parte, las flatulencias son comunes cuando se toman ciertos alimentos, como las judías, el repollo o las bebidas gaseosas.

Náuseas

En ocasiones, el escape de los ácidos del estómago hacia el esófago puede producir ganas de vomitar. Hay otros motivos por los que aparecen, como una intoxicación alimentaria, una alergia o intolerancia a algún ingrediente.

Indigestión

Es una molestia en la parte superior del abdomen acompañada de la sensación constante de tener el estómago lleno, incluso aunque no hayamos comido demasiado. La indigestión también suele acompañarse de acidez y náuseas.

Intoxicaciones

El consumo de alimentos en mal estado, crudos o poco cocinados son las causas principales de las intoxicaciones alimenticias en las Navidades. Mariscos, pescados crudos y carnes poco cocinadas son las comidas más afectadas por virus, bacterias y parásitos, por lo que siempre es muy recomendable que seamos nosotros los que cocinemos o cozamos los mariscos, congelemos los pescados y nos aseguremos de que las carnes están bien hechas.

Empachos

Los empachos son muy habituales en las fechas Navideñas ya que solemos comer más de lo que nuestro estómago puede procesar en condiciones normales. Lo suelen provocar, además, los alimentos con mucha grasa, las carnes, frituras, dulces, el alcohol y las bebidas gaseosas, que no suelen faltar en las mesas durante esos días. Los síntomas van desde dolor estomacal, acidez, gases, estreñimiento, diarrea, vientre hinchado, falta de apetito e incluso vómitos.

Diarrea

Se trata de otro síntoma típico de las Navidades, normalmente es debido a las intoxicaciones alimentarias y a los cambios bruscos en la alimentación. Deberemos reponer líquidos y sales minerales bebiendo agua y zumos y recurrir a los medicamentos antidiarreicos que nos recete nuestro médico.

 

 

Prevenir problemas

Todos estos problemas digestivos son bastante habituales en este tipo de eventos. Suelen ser leves, pero muy molestos. Para evitarlos y disfrutar de unas deliciosas fiestas, aquí algunos consejos sencillos para prevenir estos problemas y poder saborear cada plato de estas navidades:

Comer lento y masticar bien

Uno de los principales motivos por los que aparecen molestias digestivas es por comer muy rápido. Una buena digestión comienza en la boca, donde la saliva se mezcla con los alimentos.

La saliva contiene una enzima llamada amilasa, que es la encargada de comenzar con la descomposición de los alimentos; si no masticamos el tiempo suficiente, el estómago tendrá que esforzarse más para suplir el trabajo que no ha podido hacer la saliva. Eso implica que producirá más ácido, por lo que aumenta el riesgo de acidez y ardor.

 

 

Evitar hablar mientras comemos

Es un consejo difícil de seguir en estas fiestas, ya que la conversación es parte indivisible de una celebración. Sin embargo, es importante para evitar tragar más aire del necesario en cada bocado. Por el mismo motivo también debe evitarse fumar durante las comidas.

No cenar muy tarde

Conforme se acerca la noche, las hormonas que se encargan de digerir los azúcares y los hidratos de carbono disminuyen. Eso implica que, si hacemos una gran cena muy tarde, el organismo tendrá más dificultades para digerirla, lo que puede desembocar en gases o indigestión. Lo ideal es dejar entre una hora y media o dos horas y media entre la cena y la hora de dormir.

Evitar ciertos alimentos

Algunos alimentos pueden provocar acidez, como el picante, la cebolla, los cítricos, el tomate, el alcohol, las bebidas con cafeína o gaseosas o las comidas fritas o con mucha grasa. No significa que no se deban tomar, pero sí debe hacerse con mesura.

Caminar un poco después de las comidas

No es necesario que vayamos al gimnasio después de comer, pero una buena forma de quemar calorías y ayudar a la digestión es da un pequeño paseo después de las comidas.

Remedios naturales

Una forma natural y deliciosa de paliar las molestias de una comida copiosa es con una infusión digestiva. Algunas de las más efectivas son la manzanilla, el regaliz, el jengibre, la menta, el anís o el hinojo. Igualmente, el bicarbonato de sodio con limón antes de las comidas ayuda al funcionamiento del sistema digestivo, para facilitar la digestión y evitar los gases y la acidez.

También es muy útil tomar alimentos que contengan probióticos, unos microorganismos que fortalecen el sistema inmunitario, restauran la flora intestinal y favorecen las digestión, como los yogures con bífidus.

 

 

Fuente: Dosfarma.

 

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