Compartir:

Hasta el 90% de las personas mayores de 65 años padecen problemas en los pies, siendo las mujeres las que más los sufren.

Los mayores ya vuelven a salir de casa a hacer algo de ejercicio o a dar algún paseo después de muchas semanas de prácticamente inactividad.

Según datos de la compañía líder en salvaescaleras www.thyssenkrupp-homesolutions.es, hasta el 90% de las personas mayores de 65 años padecen problemas en los pies, siendo las mujeres las que más los sufren, ya que tienen hasta cuatro veces más patologías que los hombres, normalmente porque ellas son más dadas a utilizar zapatos incómodos y con algo de tacón.

Belén Galán, directora de Marketing y Comunicación de Thyssenkrupp Home Solutions ha dicho: “El cuidado de los pies en las personas mayores es esencial para su salud porque les permite seguir activos y ser autónomos. También es muy importante que ahora que vuelven a salir de casa, den algún paseo o hagan algo de ejercicio, siempre con moderación y según sus posibilidades y todos aquellos que no quieran, no puedan o no se atrevan todavía, que no permanezcan en casa sentados, es muy importante que caminen algo, siempre usando un calzado adecuado”.

 

 

Dolencias comunes y cómo tratarlas

Los expertos de thyssenkrupp Home Solutions muestran cuáles son las dolencias más comunes, sus causas y cómo tratarlas:

Ampollas

Es la más común de las dolencias en los pies hoy en día, sobretodo ahora que los mayores pueden volver a pasear después de semanas sin poder hacerlo, las ampollas son una acumulación de líquido que se produce por la fricción que la piel hace contra el calzado de una manera repetitiva y es un mecanismo de defensa de la piel ante el rozamiento continuado de una parte del pie con el calzado o entre los dedos.

Lo más importante es no reventarlas ya que se pueden infectar, hay que lavarlas con jabón y aclarar con agua tibia, secar y aplicar el antiséptico que nos recomienden en la farmacia y taparla con una gasa que no se pegue y esparadrapo que transpire, mejor el de papel que el de plástico. También existen una serie de remedios caseros que nos podemos aplicar con cuidado sobre las ampollas sin reventarlas como el ajo, que es un antiséptico natural, aloe vera que ayuda a la cicatrización, o la crema de caléndula.

Para evitarlas, lo mejor es tener la piel hidratada con cremas específicas para los pies, usar calcetines y calzado correcto.

Callos

Callos y callosidades, aparecen a cualquier edad, pero son más graves en las personas mayores porque sanan más lentamente. Al igual que las ampollas también son engrosamientos de la piel por la fricción o presión continua del calzado, pero éstos no contienen líquido en su interior y son más gruesos, también pueden producirse por resequedad en la piel o por una lesión que no se curó correctamente.

Para evitar los callos, lo mejor es prevenirlos con un calzado adecuado, como unas zapatillas de deporte que se ajusten a la forma del pie. Si ya se han producido, hay que proteger la zona con parches adhesivos hasta la recuperación.

También hay unos remedios caseros que nos podemos aplicar en nuestros hogares, como el bicarbonato de sodio o la aspirina que actúan como exfoliantes naturales, el aceite de oliva o el limón, que basta con echarnos un poco en el callo y masajear con suavidad o incluso el aceite de ricino que se puede aplicar después de raspar ligeramente el callo on una piedra pómez.

 

 

Juanetes

También afectan más a las mujeres que a los hombres y aunque suelen tener causa hereditaria, el segundo factor de riesgo para padecerlos es el uso de zapatos de tacón alto y punta estrecha.

Su progresión suele ser lenta, por lo que es importante no agravarla con un calzado inadecuado. El desvío del dedo gordo no es un problema meramente estético, sino que puede afectar a los otros dedos y a la estructura del pie, causar un gran dolor y requerir, incluso, una intervención quirúrgica.

Para evitarlo, se recomienda el uso de zapatos y zapatillas que no opriman en la parte delantera ni tengan excesivo tacón. En la farmacia existen almohadillas y separadores de dedos que alivian las molestias.

Talones agrietados

Hay que prevenir la sequedad no solo por estética, que también, sino porque la piel es una importante barrera para evitar la entrada de gérmenes. Para mantener los talones hidratados se recomienda no abusar de los zapatos o zapatillas abiertos en el talón.

Como primera cura, se puede aplicar una crema de pies o aceite de rosa mosqueta en los talones, envolver la zona con film de cocina, poner encima unos calcetines y dejar actuar toda la noche; repetir dos o tres veces. A diario, habrá que ocuparse de hidratar bien la piel.

 

 

Hinchazón de pies

Puede deberse a distintos factores, algunos leves y transitorios, como permanecer mucho tiempo sentados o de pie, y otros más importantes, como alteraciones circulatorias, insuficiencia renal, obesidad… También puede estar causado por los efectos secundarios de algunos medicamentos. Hay que decírselo al médico.

En general, para aliviar la hinchazón conviene cambiar de postura, no estar mucho tiempo sentados ni de pie; evitar los calcetines, medias o pantalones apretados; hacer ejercicios y elevar los pies por encima de la altura del corazón durante unos 15-20 minutos.

 

 

 

Compartir: