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El queratocono es la enfermedad visual que afecta más a los jóvenes. Conoce qué lo causa, síntomas y tratamientos. ¡No olvides compartir!

Los ojos, al igual que otros órganos del cuerpo, sufren cambios y afecciones a lo largo del tiempo y, en el peor de los casos, si estas complicaciones no son detectadas de manera oportuna, pueden provocar la pérdida de la visión.

Una de las patologías complejas que provoca daños severos en la visión es el queratocono, una enfermedad que afecta, sobre todo, a personas jóvenes. El queratocono es una degeneración no inflamatoria de la córnea.

Aquella degeneración produce que la córnea (superficie frontal transparente y en forma de cúpula del ojo) se adelgace y sobresalga como un cono provocando que los rayos de luz se desenfoquen y, como resultado, la visión se torne borrosa y distorsionada, lo que dificulta al paciente realizar las tareas diarias como leer o conducir.

 

 

El queratocono y sus síntomas

Es importante saber que el queratocono suele aparecer en personas durante la adolescencia tardía (entre 16 a 18 años) hasta principios de los 20 años. No se conoce con certeza las causas por las que las personas pueden presentar esta patología, sin embargo, suele asociarse con alergias oculares y frotación excesiva de los ojos.

En los últimos años se investiga la posibilidad de una causa inflamatoria secundaria a frotarse los ojos. También, en algunos casos, el queratocono parece ser genético, aproximadamente 1 de cada 10 personas con queratocono tiene un familiar que también lo padece.

Para los pacientes con queratocono, los síntomas visuales pueden empeorar desde la adolescencia hasta los 35 o 40 años. En la actualidad, con las nuevas técnicas de diagnóstico se ha podido evidenciar, incluso, una incidencia mayor en pacientes de edad pediátrica.

El queratocono afecta a ambos ojos y puede generar una visión diferente en cada uno de ellos. Los síntomas pueden ser distintos en cada ojo y variar con el paso del tiempo. En la etapa temprana, el queratocono se presenta con:

  • Visión borrosa leve.
  • Visión ligeramente distorsionada, donde las líneas rectas se ven dobladas u onduladas.
  • Mayor sensibilidad a la luz y deslumbramiento.
  • Enrojecimiento o hinchazón en los ojos.

En las etapas más avanzadas, los síntomas que se presentan son:

  • Visión más borrosa y distorsionada.
  • Mayor miopía o astigmatismo (cuando el ojo no puede enfocar de manera óptima). Como resultado, puede que se necesite cambiar la medida de los lentes con frecuencia.
  • Dificultad para usar lentes de contacto, ya que es posible que no se ajusten adecuadamente y se sientan incómodos.

Diagnóstico y tratamientos

El queratocono puede diagnosticarse con un examen ocular de rutina. En este caso el oftalmólogo examinará la córnea y medirá su curvatura. Esto ayuda a mostrar si hay un cambio en su forma. Además, se requiere una tomografía corneal con un equipo de alta tecnología con el que se cuenta en la clínica, por medio del cual se realizan imágenes de la cara anterior y posterior de la córnea.

Dependiendo el estadio de la enfermedad, en fases iniciales se puede necesitar de lentes de armazón o contacto. Sin embargo, cuando se evidencia riesgo de progresión puede ser necesario un procedimiento quirúrgico para estabilizar la patología. Estas intervenciones pueden consistir en:

Segmentos intraestromales. Es un dispositivo curvo pequeño que el oftalmólogo coloca quirúrgicamente en la córnea. Los segmentos intraestromales ayudan a aplanar la curva de la córnea para mejorar la visión.

Crosslinking corneal. El oftalmólogo usa una luz especial UV y gotas oculares para fortalecer la córnea. Esto ayuda a aplanar o endurecerla y evitar que se siga abultando.

Trasplante de córnea. Cuando tiene síntomas severos, se puede recomendar un trasplante de córnea. Esto consiste en reemplazar toda o parte de la córnea enferma con un tejido de córnea saludable de un donante.

Es fundamental que las personas acudan al menos una vez al año a una evaluación oftalmológica, a fin de detectar a tiempo cualquier cambio. Para quienes padecen de queratocono, dependiendo el avance de la enfermedad, lo recomendable es acudir al oftalmólogo entre dos y cuatro veces por año.

Es importante tener en cuenta que si tiene queratocono, trate de no frotarse los ojos. Esto puede dañar el tejido delgado de la córnea y empeorar los síntomas. Si tiene comezón en los ojos que le provoque frotarlos, lo adecuado es alertar de esto al oftalmólogo para emplear medicamento que ayude a reducir las alergias.

 

 

Fuente: Dr. David Verdesoto, oftalmólogo especialista en Catarata y Segmento Anterior de la Clínica Oftalmológica Andes Visión.

 

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