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Cuidar tu matrimonio no es una tarea sencilla… pero vale el esfuerzo, porque de ello depende tu felicidad y la de tu cónyuge.

En países como México se registra el número más alto de divorcios de los últimos 10 años. 1 de cada 3 matrimonios termina en divorcio según el reporte de INEGI. ¿Por qué ocurre esto? Trataremos de dar una respuesta desde una perspectiva sobrenatural.

 

 

Acechados por el maligno

El matrimonio es la base de la familia, y en la familia crecen los santos. Cuando se acaba un matrimonio, se fractura una familia y sus miembros quedan regados con el corazón herido. Por eso, el actuar del maligno está tan concentrado en destruir matrimonios y debilitar las familias. Mientras una manada está unida es mucho más fuerte, pero un miembro solitario es presa fácil del depredador.

No permitas que el demonio se meta con tu matrimonio. Toma esto como un llamado para fortalecerlo en Dios. Te recomiendo unas ideas prácticas aquí. Toma las que más te hagan sentido en este momento y deja las demás para cuando sea prudente, pero pronto.

Consejos para preservar tu matrimonio

Entre los principales consejos para cuidar tu matrimonio destacan:

1. Haz oración por tu esposo(a), e invítale a hacer oración juntos.

2. Pídele perdón con humildad por tus errores recientes (o pasados) y perdona los suyos.

3. Consigue una niñera para la noche y tengan una cita romántica.

4. Cómprale un detalle y salúdale con un gran abrazo.

5. Acudan juntos a misa y a confesión de ser necesario, nada como la gracia renovada.

6. Prepara una cena especial, o su comida favorita.

7. Pide cita con un terapeuta de pareja católico si lo consideras necesario.

8. Escríbele una carta de amor y agradecimiento.

9. Apúntese para asistir a un retiro matrimonial.

10. Realicen juntos una obra de caridad.

Bonus: Renueven su enlace matrimonial en la intimidad.

 

 

No somos perfectos

Recuerda que tu esposo(a) no es un ser perfecto, sino un simple pecador, lo mismo que tú. Necesitamos la fortaleza y la gracia de Dios, juntos, para seguir adelante haciendo el bien.

No podemos exigir de una persona la pesada tarea de «hacernos felices», pues eso sólo nos enfrentará a los dos con una gran frustración. La felicidad la hallaremos únicamente en Dios. Y es Él quien puede ayudarnos a dar esta batalla contra el enemigo para decirle: Este matrimonio NO lo destruirás, porque lo sostiene Dios.

 

 

Escrito por: Reyna Mendoza, asesora de lactancia materna y sueño infantil, con una certificación en alimentación complementaria, vía amafuerte.com

 

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