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¡La humildad siempre gana! Es el título de el nuevo comentario al Evangelio que nos comparte el Padre Juan José Paniagua.

En términos generales, la persona humilde tiene la virtud de conocer sus limitaciones y actúa de acuerdo con ese conocimiento. En otras palabras, conoce bien lo que es o no es capaz de hacer. Sin embargo, en la Biblia vemos que la humildad que debemos tener los hijos de Dios abarca más.

El concepto bíblico de la humildad se refiere a tener un buen entendimiento sobre quién es Dios y quiénes somos nosotros. Esto nos lleva a reconocer la obra de Dios en nuestras vidas y el hecho de que él tiene un propósito para nosotros. La humildad en el cristiano debe impulsarle siempre a vivir en obediencia a Dios y a someterse a su voluntad.

¿Sabes qué es genial? Que el mismo Jesús nos dio un ejemplo de fe tras otro. Escuchando su palabra y contemplando sus enseñanzas, nos podemos acercar más a la santidad.

 

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (15,21-28)

En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.

Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» Él no le respondió nada.

Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.»

Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»

Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.»

Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»

Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»

Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra del Señor

¡Escucha el comentario del Evangelio y un bello ejemplo de fe!

 

Escrito por: Padre Juan José Paniagua, vía Catholic-Link.

 

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