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«The Scarecrow»: es un nuevo corto animado que nos enseña sobre cómo ser auténticos e ir a contracorriente.

«The Scarecrow» («El Espantapájaros») es un proyecto de la cadena americana de alimentos Chipotle. Este video muestra la historia animada de un espantapájaros que tiene como misión de rescatar la ciudad de la influencia de una poderosa industria de alimentos que se ha tomado toda la ciudad. Esta historia sobre cómo ir a contracorriente da vida a un videojuego.

Imágenes de contraste, entre lo natural y lo artificial. Contrastes en la vida del espantapájaros, triste y cansado de la opresión y de la esclavitud que lleva al ser «uno más». Una pieza más de la lógica de lo falso, de la apariencia, de aquello que, sin embargo, se ha convertido en un paradigma de normalidad.

Él no se siente satisfecho y no está tranquilo porque en su interior percibe que no es lo auténtico, que no es para aquello que él y que todos han nacido. Se muestra, por el contrario, radiante, alegre, esperanzado cuando rompe con este esquema, que se grafica cuando regresa a casa, donde es él mismo, viviendo de lo auténtico.

Yendo más al fondo, propongo algunos elementos interesantes para el apostolado.

 

 

Cómo buscar la felicidad

El hombre ha sido creado por Dios para la felicidad, para la libertad. Es por eso que el corazón humano no está tranquilo hasta que no halle la auténtica verdad. Hay que ser valientes para no conformarse con lo que tiene apariencia de verdad.

El espantapájaros tiene una experiencia interior de insatisfacción, de vacío y de tristeza al vivir en un mundo de ilusión, de falsedad. Estas experiencias hoy son comunes en muchas personas, cuando viven de lo que el mundo les ofrece y les vende como «algo bueno», pero que termina siendo algo efímero o peor aún dañino y esclavizante.

Cómo ir a contracorriente

La actitud del espantapájaros es ir a contracorriente de un sistema que está establecido, de una manera de concebir la realidad y de la manera como se hacen las cosas, que por el hecho de ser lo común y lo que se hace normalmente no quiere decir que sea lo bueno, lo auténtico, lo verdadero.

La astucia es clave en la vida del ser humano y más aún del cristiano. Astucia para no «comer entero», para ser cuidadosos con lo que muchas veces se nos ofrece como normal, como bueno, como lo mejor, como lo que necesitamos. No hay que ser ingenuos frente a ideologías que son propias del mundo en el que vivimos. Entre ellas, por ejemplo, la mentalidad de endiosar la capacidad humana, la capacidad de la ciencia, de la técnica.

No estoy diciendo con ello que la ciencia esté mal, que los desarrollos científicos no sean buenos. Siendo médico, soy testigo del bien de la ciencia, cuando se destina a favor del hombre. Pero a veces se ha pensado que todo lo que implica desarrollo, invención, producción es un «progreso», es decir, un adelanto.

 

 

Para ir a contracorriente, entender lo que es moralmente correcto

Vemos que muchas veces por hacer un «bien» o por satisfacer algunas necesidades se pasa por encima de otros bienes fundamentales, incluso la dignidad y el valor de la vida. Hay una máxima que dice que «no todo lo técnicamente posible es moralmente correcto».

Les cuento una anécdota que me pasó en estos días aprovechando este tema. Haciendo unas investigaciones descubrí que hay una tendencia en algunas empresas productoras de productos alimenticios que hacen convenios con laboratorios para adquirir material genético proveniente de células de fetos y embriones abortados.

¿Para qué? Para poder incluir en sus productos moléculas que puedan estimular las papilas gustativas de los consumidores y así poder vender más. ¿No es una manifestación más de una lógica mundana guiada por el consumismo, por el materialismo, por un afán de innovar sin reflexionar en el perjuicio al ser humano? ¿El bien que buscan, justifica esos medios?

Por eso, insisto en la importancia de la reflexión ante la realidad y en no tener miedo de ir en oposición a los modelos inauténticos. Es vivir de acuerdo a la lógica del Evangelio, la de ser signo de contradicción, no hay que tener miedo a ser auténtico, a vivir la verdad, aquella que nos trae la verdadera libertad y que nos lleva a cultivar un mundo mejor (como propone el video al final).

Dinámica

A veces algunos piensan que la Iglesia católica rechaza la ciencia, o se opone a los adelantos científicos. ¿Qué piensas?

Cuando hablo de ir a contracorriente, ¿crees que hay que oponerse a lo que nos propone la ciencia? ¿Cómo entenderlo?

Te propongo además que le des una revisada a la letra de la canción que acompaña el video. ¿Qué piensas sobre ella?

 

 

Escrito por: Alvaro Díaz, vía Catholic-Link.

 

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