Compartir:

En Ecuador 6 de cada 10 mujeres son víctimas de maltrato dentro y fuera del hogar (cifras INEC). A esto se lo conoce como violencia machista.

Se estima que de las 87,000 mujeres que fueron asesinadas globalmente en el 2017, más de la mitad (50,000 – 58%) fueron matadas por sus parejas o miembros familiares. Lo que quiere decir que 137 mujeres alrededor del mundo son asesinadas a diario por un miembro de su familia. Más de un tercio (30,000) de las mujeres asesinadas en el 2017 fueron exterminadas por su actual o expareja… violencia machista.

Las mujeres adultas representan casi la mitad el (49%) de las víctimas de trata de seres humanos detectadas a nivel mundial. En conjunto, las mujeres y las niñas suponen cerca del 72%, siendo las niñas más de tres de cada cuatro víctimas infantiles de la trata. Más de cuatro de cada cinco mujeres y casi tres de cada cuatro niñas víctimas de trata lo son con fines de explotación sexual.

Este artículo de ONU Mujeres nos muestra los estudios de los últimos años sobre la violencia machista contra la mujer. Es increíble todo lo que hemos avanzado como sociedad en la lucha por la igualdad, sin embargo, es más increíble lo que aún nos falta por lograr y, es que cambiar los esquemas mentales machistas cuando no logramos ni siquiera reconocer que los tenemos es un asunto complicado.

Es muy difícil identificar la violencia machista cuando nos creemos de vanguardia, porque estamos de acuerdo en lo que chicos y chicas tienen derecho a practicar los mismos deportes, pero estamos ahí señalando cuando vemos que una chica se porta “toscamente” como un varón.

¿Cuán fácil o difícil puede ser para una mujer denunciar un abuso?

Vale pensar ¿cuán fácil o difícil para una niña puede ser denunciar que una persona de confianza de su casa la ha lastimado? Para responder, considere:

  • El entorno socio cultural que implica:

La crítica a las mujeres que se “hacen” la víctima cuando “buscan lo que no se ha perdido” (usa ropa “inapropiada”).

Una mirada desconfiada de quien escucha la historia, principalmente cuando es una menor.

Sin duda la culpabilización cuando es la causante del “rompimiento familiar”.

  • El proceso de denuncia que debe seguir y que expone a las víctimas frente a diferentes personas narrando, activando una y otra vez el hecho traumático.

Conociendo estos elementos, imagínese como una mujer sencilla o una nena, que, en muchas ocasiones, por edad, debe ir a esa casa donde la cuidan, ¿denunciaría el abuso sufrido? Amable lector (a), lo más probable es que su repuesta sea no y, si es, sí, que lo haga llena de miedo, lo cual es completamente comprensible si considera los puntos anteriores.

Es por esta razón que debemos tener súper claro la importancia de hablar de estos temas, de permitirle a hombres y mujeres conversar sobre lo que una víctima de abuso puede llegar a sentir, conversar sobre las características del abusador o el abusado, créame, hablar sobre esto es importante, permite que las personas sepan que no están solas.

¿Sabía usted amable lector (a) que generalmente la víctima se siente culpable por el abuso que vive, sabe que en muchas de las ocasiones el trabajo más difícil, a nivel psicológico que debe hacerse, es acompañar a la víctima a perdonarse, (cuando hablamos de adultas) sentirse libre y con permiso de vivir su feminidad de manera plena?

Desterrar el machismo

Entonces bajo esta perspectiva me tome este espacio, un espacio de salud y siempre amoroso, para escribir sobre la importancia de desterrar la desigualdad y el machismo, ese responsable de hacer a la mujer víctima del abusador, principalmente el micromachismo que corresponde a hombres y mujeres, ese que se nos escurre en la crítica del alto de la falda, en el permiso al hijo para tener “amigas” y no dejar a las hijas más de las 10 mientras él llega a las 12, ese que nos hace bromas sobre el poco valor de la mujer, esa crítica que se nos escapa al volante “mujer tenía que ser”.

Lo (a) invito querido (a) lector (a) a revisar las propias creencias que se filtran en los actos sencillos, para hacer un cambio real en el contexto inmediato. Los y las invito porque solo hablando, solo concientizando se logrará el equilibrio, ese que nos permitirá la libertad.

ESCRITO POR: María del Carmen Rodrigo H., sicóloga clínica.

 

Compartir: