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Nuestros niños tienen derecho a decir NO frente a lo que les molesta o incomoda.

En los últimos meses nos hemos sentado frente a nuestro televisor, horrorizados por los múltiples casos de abuso sexual infantil a niños, y no solo en nuestra ciudad, sino en el mundo entero. Preguntémonos, ¿hasta cuándo nuestros niños deben soportar estos abusos? ¿Qué hacen las instituciones educativas al respecto? ¿Y el Estado?

Los adultos intentamos mantener a nuestros niños “a salvo” dejándolos siempre con las personas que consideramos de confianza. Pero, ¿estamos brindándoles las herramientas necesarias a nuestros pequeños? En respuesta a esto nace “Yo digo no”.

Yo digo no en una campaña creada con el fin de prevenir el abuso sexual infantil, enseñando a los niños la importancia del respeto a su cuerpo y al de los demás, para que conozcan su derecho a decir NO ante un contacto físico inadecuado.

¿Cómo lo hacemos?

Debido a que esta inició al finalizar el año lectivo, se han brindado pequeñas charlas en diferentes centros vacacionales de la ciudad de Guayaquil. Esta campaña llega a niños de distintos estratos sociales.

Aunque no es pertinente explicarle a los más pequeños sobre los diferentes abusos, si es necesario que el niño tenga conocimiento sobre ciertos temas. Por esta razón estas charlas son completamente lúdicas, acorde con la edad. Las dinámicas que se realizan constan en leer cuentos sobre los cuidados y el respeto del cuerpo, así como nombrar sus partes. Además, les enseñamos a diferenciar a las personas de confianza (las que “siempre me hacen sentir seguro y feliz”), y les hablamos sobre los secretos buenos y malos.

Con los niños más grandes sí es posible abarcar el temas como las “caricias buenas”, que son las deben hacerlos sentir bien y feliz. Por ejemplo, un abrazo de la abuela. Pero también les explicamos que si “las cosquillas del primo” los hacen sentir incómodos, deben decir NO y comentárselo a alguien de confianza.

Seamos parte del cambio

Con estas actividades se pretende motivar al niño a crecer en independencia, (por ejemplo, no es necesario que siempre alguien lo acompañe al baño), a respetar y a exigir respeto sobre su cuerpo. Y lo más importante, aprenden a decir NO cuando algo no les guste, les incomode o los lastime.

Esta propuesta espera llegar a la mayor cantidad de niños posibles, para que obtengan las herramientas para protegerse ante un posible abuso. Así que si tu hijo nunca ha recibido este tipo de charlas, puedes hacerlo tú en el rol de mamá o papá. Decir “NO” se aprende en el hogar. También puedes pedir a la institución donde asiste tu hijo que se hable de estos temas. Todos debemos involucrarnos porque todos somos parte del cambio. Animemos a nuestros niños a decir: ¡NO!

 

Por: Belén Proaño Serrano

Máster en Atención Temprana

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