El dibujo infantil es un medio de expresión muy importante en los niños, que va evolucionando del garabato a la representación de la realidad.
El dibujo representa una parte importante de la mente consciente, pero también hace referencia al inconsciente; sin darse cuenta, el niño traslada su estado anímico al papel. Por ello no es conveniente obligarlo a dibujar, si él no siente la necesidad de hacerlo; debe dibujar por placer, nunca por obligación.
Las características del dibujo infantil evolucionan parejas al crecimiento del niño. El desarrollo de la psicomotricidad fina y el desarrollo cognitivo del niño influyen enormemente en el dibujo.
Es recomendable dejar que su imaginación se manifieste con toda libertad; en otros niños su deseo de expresión se canaliza a través de medios, como: la música, la danza o los deportes. Cada uno encontrará el que más le convenga.
Edades y evolución del dibujo
A continuación, algunas indicaciones sobre la evolución que experimenta el dibujo en el niño; sin embargo, dado que cada niño posee su propio ritmo, es posible que las edades mencionadas varíen ligeramente:
De dieciocho meses a dos años: le gusta garabatear libremente sobre grandes superficies. Su coordinación motora todavía suele ser torpe.
De dos a tres años: el niño desea probar herramientas diferentes: tempera, crayones, marcadores, etc. En esta fase predomina la experimentación, su coordinación se va desarrollando y pronto tomará firmemente los lápices.
Entre tres y cuatro años: el niño comienza a expresarse a través de sus dibujos. Algunas veces, antes de realizar los primeros trazos, nos dice lo que pretende dibujar.
De cuatro a cinco años: elige los colores en función de la realidad (el sol amarillo, el pasto verde). Su capacidad imaginativa es muy fuerte, por lo que los cuentos de hadas captan mucho más su atención.
Escrito por: Andrea Velasco, Psicóloga. Correo: andreavelasco.psicologa@gmail.com
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