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Es posible ofrecer en casa alimentación que sea sana y equilibrada a las necesidades energéticas y de nutrientes de cada miembro de la familia.

La familia es el mejor y más efectivo entorno de aprendizaje para los niños. Esto es así porque se ha demostrado que nuestros hijos adoptan fácilmente los hábitos que se fomentan en casa. Por esta razón es fundamental enseñarles desde pequeños, a través del ejemplo, a seguir y valorar costumbres que cuidan su salud, ya que tendrán efectos positivos en el bienestar físico y emocional.

Además, los chicos podrán prevenir en un futuro el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, dislipemia, entre otras.

Hábitos saludables que debemos fomentar en familia:

  • Una alimentación equilibrada, variada, rica en frutas y vegetales para obtener todos los nutrientes que el organismo necesita. Es importante incluir en los desayunos lácteos, cereales y frutas, para obtener la energía suficiente para comenzar el día.
  • Realizar algún tipo de actividad física. Es una manera de tener un buen desarrollo físico pero también mental, practicarlo por lo menos 3 veces por semana durante 30 minutos cada vez.
  • Tomar agua. Es fundamental que todos los miembros de la familia estén bien hidratados, principalmente con agua. Eviten las bebidas azucaradas que no aportan nada bueno para la salud.
  • Dormir. El descanso reparador durante las horas de sueño es fundamental para lograr un funcionamiento adecuado tanto físico como mental de nuestro cuerpo.
  • Organizar las comidas en casa. Realizar al menos una comida en familia (desayuno o cena). Es una forma de crear relaciones afectivas de buena calidad y transmitir buenos hábitos alimentarios y de conducta.
  • Planificar con anticipación las comidas y actividades o juegos juntos. El hecho de participar todos, dividiendo las tareas, es una manera de compartir más tiempo juntos. Esto hace más placentero el momento de la alimentación y además las preparaciones seguro son del gusto de todos. Siempre algo divertido y gratificante será más fácil integrarlo a nuestros hábitos.

Conseguir una alimentación saludable y en “sintonía” para todos los miembros de la familia sin importar la edad, a veces es difícil, pero no imposible. Para ello lo ideal es consultar a una nutricionista para que haga un plan familiar, de acuerdo a la etapa en la que se encuentra cada uno, su peso, necesidades, entre otras cosas.

 

Vía: Aleteia.org

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