Compartir:

Lo ideal es acompañar la meditación con música suave y crear un espacio con bajos estímulos visuales para lograr mejor concentración.

Debido al incremento de la presión y ocupaciones en un mundo cada vez más digitalizado, toman protagonismo los espacios para desconectarse y renovar energías. Realizar actividades enfocadas en la relajación ayudan notablemente a combatir o disminuir los efectos del estrés. Entre los más importantes se encuentran la meditación y el yoga que combinan respiración, relajación mental, muscular y actividad física.

No es un secreto que los niveles altos de estrés pueden desencadenar múltiples problemas a nivel de salud y afectar el ritmo de vida de quien lo padece. Según la Asociación Americana de Psicología “el estrés es una sensación de agobio, preocupación y agotamiento; puede afectar a personas de cualquier edad, género y circunstancias personales y puede dar lugar a problemas de salud tanto física como psicológica”.

Las estadísticas demuestran que los adultos entre 18 y 45 años son los más expuestos a sufrir estrés pero en la actualidad se ha visto un incremento de este padecimiento en niños. Aunque los niños han demostrado adaptarse con facilidad a grandes cambios en su entorno (escolaridad, divorcio de sus padres, muerte, etc.), en ocasiones pueden verse afectados por situaciones difíciles de sobrellevar y que necesiten ayuda profesional.

 

 

Los niños pueden practicar meditación

Los niños pueden practicar libremente ejercicios de meditación y yoga, guiados por profesionales que adapten este estilo de vida para los más pequeños. La meditación ayudará a que los niños descansen su mente, cuerpo y espíritu, contribuye a mejorar su rendimiento escolar, aumenta su autoestima y favorece el sueño.

Según el portal de la organización Healthy Children de la Academia Americana de Pediatría los lapsos de tiempo de meditación según la edad son:

  • Niños en edad preescolar: unos minutos por día.
  • Niños en edad escolar: entre 3 y 10 minutos dos veces al día.
  • Adolescentes y adultos: entre 5 y 45 minutos al día, o más, de acuerdo con la preferencia.

Los adultos deben tener presente que esta actividad es progresiva y conlleva mucha práctica y paciencia hasta que los niños logren dominar la respiración. Lo ideal es acompañar la meditación con música suave y crear un espacio con bajos estímulos visuales para lograr una mejor concentración.

 

 

Fuentes: Rossana Molinari, máster en psicología y cofundadora de Wampuk, y Juan Sebastián Espín, CEO y fundador de Wampuk.

 

Compartir: