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El cine es una excelente herramienta para la formación de la conciencia y los valores en las familias, pero debes tener cuidado al usarla.

Hablar de cine hoy supone incluir las múltiples series, documentales, videos y animaciones que inundan el mercado, en cualquier tipo de pantalla.

Lo importante es que sepamos, que gran parte de la información, que hoy recibimos, proviene de esa fuente creativa y productiva, que o bien conduce a una información cierta y edificante o a una serie de datos mentirosos, falsos y hasta desvalorizantes.

La escuela ha dejado de ser la fuente complementaria de la educación en el hogar: hoy, los medios audiovisuales, ocupan incluso un primer lugar.

El impacto que tiene en la mente es impresionante y deja una poderosa huella némica, que por ello es utilizado, con mucho éxito, como una herramienta pedagógica. Sin embargo, por la misma razón, es utilizada como un canal predilecto para inyectar propaganda ideológica y publicidad de todo tipo, dado que la mente no filtra mucha de esa información y la acaba creyendo toda.

Hoy, el poder de la imagen, del mundo virtual, de las redes sociales y de la inteligencia artificial se están apoderando de la mente de buena parte de la población, que pierde, a pasos acelerados, su pensamiento crítico y su creatividad.

Lo que nos plantea nuevos retos en la educación y formación, sea para ricos o pobres, campesinos u obreros.

Los padres de familia y el sistema educativo, tienen esa gran oportunidad de usar los recursos positivos, que regala el cine, los documentales y diversos videos y programas para aumentar el conocimiento y la cultura, en vez de dejarse atrapar por un entretenimiento pueril e inútil, que sólo conduce al retraso, la sumisión y la pasividad.

El cine, ha sido usado para influir políticamente y comercialmente, pero sobre todo tiene el poder de llegar, subliminalmente, a la mente de las personas, con los valores de la agenda mundial y no con los que tú les quieres trasmitir.

Estás aún a tiempo de vacunarlos con un pensamiento crítico más culto y positivo.

 

 

Elige bien qué ver en el cine o en casa

Una buena sugerencia que nos han dado los expertos, es que tomes la iniciativa y hagas una selección de buenas películas, que sepas de su valor educativo, y las veas junto con tus hijos. Y si aún puedes, lo mejor sería que charlaran sobre lo que les deja el film o las posibles interpretaciones de lo que han visto.

El cine tiene la gran ventaja de conjugar el entrenamiento con la formación, es decir que puedes aprender algo mientras te diviertes. Y eso, aumenta mucho el interés y la atención, al tiempo que también te involucras en diversas situaciones actuales pasadas o futuras. Igual te ayuda a conocer diversas costumbres o incluso plantearnos complejos problemas sociales y tomar consciencia de cómo se pueden enfrentar con valentía y honor.

 

 

Escrito por: Guillermo Dellamary, vía Aleteia.

 

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