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La familia es más que un grupo de personas viviendo en una misma casa, es amar, es respetar, es apoyar y mucho más.

La familia es el núcleo principal del desarrollo de las personas y de la sociedad. Aunque se considera que cada persona es libre de tener sus propios criterios, estilos de crianza y dinámicas al interior de cada familia, es muy importante tener en cuenta que el hogar es el lugar donde se proporcionan las bases del crecimiento, el desarrollo de la autoestima, los vínculos afectivos en general la salud emocional y mental depende en gran medida de lo que ahí sucede. Por lo tanto, existen preceptos generales que benefician a todos. Entre estos, la comunicación, la empatía, los límites, la crianza respetuosa, la seguridad, la confianza, la integridad, la salud física, etc.

La familia es el primer lugar donde los niños adquieren aprendizajes y habilidades esenciales para la vida. De pequeños somos como un contenedor donde se almacenan, vivencias, ausencias, palabras, acciones, etc. Cada niño requiere ser protegido, validado, escuchado y atendido puesto que un pequeño sin el cuidado de un adulto no puede sobrevivir.

Con lo anteriormente descrito los adultos deben tener muy claro que el rol de padres no es sinónimo de ser únicamente proveedores sino también quienes dan soporte a la vida emocional del niño. Cuando las dinámicas de la familia son sanas obtenemos adultos con la capacidad de tener empatía, con mayor seguridad para asumir retos, con mayor autoconfianza para contribuir al desarrollo de la sociedad y sin duda con una mente sana alejada de la violencia y el maltrato.

Es importante tener en cuenta que cuando existe violencia al interior de un hogar, así el maltrato no este dirigido directamente al niño, esto también se convierte en maltrato hacia él ya que lo que él está sintiendo es aterrador y su mente entra en una gran confusión.

 

 

Tu familia

La familia debe ser el lugar seguro para cada integrante, donde todos puedan tener la confianza para ser ellos mismos, donde las opiniones de todos son válidas y el lugar a donde todos buscaran refugio en los momentos o circunstancias difíciles de la vida. Así que tener una familia es algo hermoso y al mismo tiempo requiere de una gran responsabilidad y madurez.

Antes de convertirnos en adultos que conforman una familia hay que tener en cuenta que también fuimos niños y de alguna manera sabemos qué cosas hicieron daño y qué cosas nos gustaron, este es el momento perfecto para romper con cadenas nocivas del pasado, cada persona puede tener heridas si este es el caso es su responsabilidad sanar, y de ser necesario buscar ayuda, ya que las heridas emocionales no solo le duelen a quien las tiene sino también a todas las personas vinculadas de forma emocional con ella. Sanar también es un acto de amor propio y de amor a los más cercanos.

 

 

Escrito por: Psic. Carol Obando, Directora Centro Internacional de PNL, Coaching y Psicología.

 

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