Compartir:

La dinámica familiar de la vida actual en la que mamá y papá trabajan nos ha llevado a confiar en los medios para entretener a nuestros hijos. ¿Qué nos dice la ciencia en cuánto a la influencia de estos en la salud y desarrollo de los niños?

¿A qué llamamos tiempo de pantalla?

Se denomina “tiempo de pantalla” al que un niño está en actividades que involucran dispositivos electrónicos como televisores, computadores, teléfonos inteligentes, tabletas y videojuegos. Las estadísticas a nivel mundial son alarmantes. Un informe en Estados Unidos realizado en el 2017, mostró que los preadolescentes (de 8 a 12 años), dedican alrededor de 4 horas al día al uso de estos dispositivos. Los adolescentes pasan 6 horas al día en promedio. El 53% de los preadolescentes tienen su propia tableta y el 67% de los adolescentes tienen sus propios teléfonos inteligentes.

También te podría interesar: ‘Videojuegos, tendencia al descontrol’

Recomendaciones para padres frente al tiempo de pantalla

 La Academia Americana de Pediatría, y la Asociación Española de Pediatría, proponen un tiempo límite para el uso de estos dispositivos en niños y adolescentes para evitar efectos adversos en el desarrollo y aprendizaje.

TIEMPO DE PANTALLA RECOMENDADO EN NIÑOS
EDAD TIEMPO DE PANTALLA
Menores de 2 años No se recomienda*
Niños de 2 a 4 años Limitar a 1 hora al día*
Niños de 5 años hasta 17 años Limitar a 2 horas al día*
*Se recomienda siempre supervisar el contenido
Fuente: Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)
Asociación Americana de Pediatría (AAP)

Efectos adversos al exponer a nuestros hijos al exceso de consumo mediático

Los niños que sobrepasan los límites recomendados pueden caer en adicción a los medios. Además, se han detectado problemas con el aprendizaje, razonamiento, atención y habilidades sociales. La exposición a un contenido violento afecta la conducta y el comportamiento. Al ser una actividad que promueve el sedentarismo, hay también riesgo de obesidad.

Los niños o adolescentes que utilizan excesivamente redes sociales, por ejemplo, tienen dificultad en su desempeño académico. Datos sugieren que dedicar más de 3 horas al día en el consumo mediático duplica el riesgo de desarrollar algún trastorno mental como depresión, ansiedad, trastornos maniáticos e incluso suicidio. Recordemos que el 50% de los trastornos mentales se diagnostican antes de los 14 años de edad. En el 60% de los casos, está acompañado de una adicción al alcohol, tabaquismo y drogas.

Otro problema es el cyberbullying el cual es un tipo de acoso a una persona al valerse de estos medios para hostigarlos. El tipo de información que se publica como: fotos, datos personales y familiares incluyendo el lugar de residencia, son utilizados como medios de extorsión y promueven la pornografía infantil en algunos casos.

El uso de imágenes brillantes y coloridas constantemente estimulan el cerebro de los niños. Esta sobre-estimulación evita que el cerebro se relaje y que el niño concilie el sueño. La falta de sueño interfiere con la liberación de la hormona que controla el crecimiento.

¿Cómo controlar el consumo mediático?

  • Establece límites en el tiempo del uso de estos dispositivos electrónicos. Supervisa el contenido mediático y enséñales a no colocar información personal que sea pública. Conoce qué aplicaciones usan o descargan.
  • Incentiva otros intereses como leer un libro, escuchar música, salir con familiares y amigos a realizar actividades al aire libre.
  • Fomenta una buena comunicación en casa. Es importante que los hijos tengan la confianza necesaria de expresarse y que aprendan a conversar con los padres en lugar de escoger a las redes sociales como un medio para desahogarse o compartir alguna preocupación, pregunta o curiosidad.
  • Promueve hábitos saludables. Fomenta la actividad física y una dieta saludable. Conversa sobre los efectos perjudiciales del alcohol, cigarrillo y drogas.
  • Incentiva y supervisa que se cumplan las horas del sueño de acuerdo a la edad. Evita la exposición a dispositivos una hora antes de ir a dormir.
  • Los niños imitan a sus padres, por lo tanto, seamos coherentes con lo que exigimos de ellos y practicamos como padres. De igual manera, nuestras acciones entre papá y mamá deben ser coordinadas hacia una misma dirección para enviar un solo mensaje y que no genere duda en ellos.
  • Mantén los momentos de conversación y el momento mientras comen en casa libres y desconectados de las pantallas.
  • Evita los dispositivos como el único medio de calmar a tus hijos. Estos pueden interferir con la habilidad del niño para ajustarse a situaciones y controlar sus emociones.
  • Estar alertas a los cambios de humor, estado de ánimo, desinterés por las actividades que antes disfrutaban, hostilidad, aislamiento de familiares y amigos, rendimiento escolar deficiente, irritabilidad; cambios de hábitos alimenticios, cambios en el sueño. Estas alarmas por más de dos semanas consecutivas y que afecten la calidad de vida pueden ser indicativos de trastornos que requieren ayuda profesional inmediata.

Por Dra. Carolina Salvador
PEDIATRA
@pediatricsuio

Compartir: