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El amor que se encuentra dentro de la familia es un proceso afectivo, continuo que se va desarrollando de manera natural. ¡Comparte!

El amor es el motor que puede impulsar hacia grandes cosas, también es la base para sembrar en nuestros hijos, lo que queremos ver en ellos para su futuro. Por lo tanto, la primera idea acerca del concepto de amor la aprendemos en casa. A veces pensamos que se trata de las cosas que hacemos, pero también cuando NO hacemos o no tenemos acciones estamos dando un mensaje.

Una palabra, expresión o conducta, puede ser interpretada por nuestros hijos. Así que el trabajo es constante y cada día es una nueva oportunidad para empezar a enseñar y demostrar amor.

Así que al interior de la familia es muy valiosa, la relación de pareja y la comunicación abierta con toda la familia, ¿y por que es importante como se relacionan los padres? Porque esa es la forma en como ellos tienen un modelo de amor de padres y de pareja, así que, si no hay armonía, si no hay comunicación y lo que prima es el maltrato psicológico, eso es lo que los pequeños aprenderán acerca de las relaciones de pareja.

Por otra parte, si los conflictos intrafamiliares se solucionan con un grito, palmada o anulación ellos pensarán que esa es la manera correcta, puesto que viene de las figuras que lo aman, así que lo primero que hay que establecer es que la interacción familiar es lo que fundamenta la base de la vida futura de los hijos… y también la armonía y la convivencia en el presente.

 

 

Amor sano dentro de la familia

Al hablar de amor, no se puede dejar de lado que, aunque los problemas existen y existirán siempre, no podemos generar un mayor daño en nombre del amor. Por ejemplo, las expresiones “te pego porque te amo” eso simplemente genera una idea dañina de lo que es realmente amar. Y, ahora bien ¿cómo hacemos para que el amor sea sano?

Escuchar y validar

Primero es muy pertinente, escuchar, y validar, cuando un integrante de la familia tiene un inconveniente y tal vez expresa llanto, en lugar de responder “cállate”, “qué te pasa”, o pretender que la persona no “sienta”, no va a solucionar el conflicto. Es mejor permitir que la persona exprese su emoción, y siempre recordarle que puede contar con su familia, y antes de juzgar centrarse en la solución.

¿Y por qué es tan difícil validar las emociones del otro? Tal vez porque una gran mayoría de personas considera que las emociones como tristeza, enojo y miedo son sensaciones nocivas, y esto está muy alejado de la realidad.

Todas las emociones son validas y adaptativas, cuando aprendemos a escucharlas logramos gestionarlas y así podemos dar solución a un conflicto. De lo contrario, las personas tienden a guardar tanto que luego no saben cómo manifestar sus inconformidades, y eso empieza a generar aún más, es así como surge la necesidad que los adultos de casa, asuman su responsabilidad en todo lo que tiene que ver con autoconocimiento, de esta manera podrán guiar y enseñar inteligencia emocional en sus hijos, y, es esta la plataforma para que puedan tener relaciones sólidas tanto dentro de casa como fuera de ella.

 

 

Saber valorar

Otro punto importante es que, al interior del hogar, se valoren no solo los resultados, sino también el proceso, eso facilita que la confianza y apertura para hablar de lo que sucede sea más autentica y así evitamos que los hijos solo digan lo que los padres quieren escuchar.

El amor es sinónimo de inteligencia emocional, comunicación, solución de conflictos, respeto, limites, comprensión y valores.

«Cada esfuerzo suma para que juntos logremos transmitir el verdadero significado del amor».

 

 

Escrito por: Carol Obando, Directora Centro Internacional de PNL, Coaching y Psicología.

 

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