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Les compartimos un interesante artículo que nos ayuda a reflexionar sobre uno de los celosos amores, la amistad sincera.

La amistad, el menos celoso de los amores…

«Hace tiempo no sabemos nada de tal matrimonio, seguro ya no quieren ser nuestros amigos» me dice Johi en broma. ¿Qué tanto fue una broma?

Conversamos y nos damos cuenta que las etapas de la vida, a veces, nos distancian de algunos amigos. En nuestro caso particular, parejas de amigos, ya sea porque aún no se casan, o porque aún no tiene hijos, o los tienen, pero en edades distintas. Todo eso los hace buscar naturalmente un círculo de amigos distinto.

 

 

La amistad crece cuando un tercero se une

En vez de entristecernos y llorar su partida, recordamos las palabras de C. S. Lewis cuando dice que la amistad es el menos celoso de los amores. Todo lo contrario, la amistad crece cuando un tercero se une a dos amigos.

Hoy, que vemos cómo algunos amigos forman parte de nuevos grupos y comunidades matrimoniales más cercanas a su etapa de vida, nos apena un poco no compartir cada momento con ellos. No obstante, nos alegra ver que crecen con estos nuevos y buenos amigos.

Dice también Lewis que, si de tres amigos, uno desapareciera, la pérdida no sería solo de ese amigo. Sería una falta de todo lo que ese amigo generaba en los otros. Al final, en vez de tenerse más mutuamente, los amigos restantes, tendrían menos de cada uno, al perder lo que revelaba de ambos el amigo faltante. Esa es la experiencia expansiva del amor-amistad que crece cuándo se reparte.

Alegría genuina por el otro

Esta visión nos ayuda a entender mejor el don que es la amistad y a no caer en el egoísmo, sino alegrarnos genuinamente. Nos tiene que poner felices el ver que, quien fuera en algún momento un amigo cercano, empieza a participar de otro grupo. Nos tiene que alegrar, sí, siempre que esas amistades busquen la virtud y no promuevan lo contrario. Esto es una etapa de la vida.

Al final de la reflexión que suscitó la curiosidad por saber de nuestros amigos, decidimos llamar al matrimonio que despertó la escritura de este artículo. Nos vimos a los pocos días. La amistad seguía intacta, más aún, su nueva experiencia de amistad ha crecido. Así, nos alegra verlos cada vez más felices y maduros.

Concluimos el post con una frase de Los cuatro amores de Lewis: «la amistad no es una recompensa por nuestra capacidad de elegir y por nuestro buen gusto de encontrarnos unos a otros, es el instrumento mediante el cual Dios revela a cada uno las bellezas de todos los demás”.

 

 

Escrito por: Somos Roberto (Diseñador gráfico publicitario) y Johanna (Traductora), vía amafuerte.com

 

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