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En esta oportunidad compartimos 10 tips para que las futuras esposas escojan el vestido de novia correcto.

Aunque no hay ninguna fórmula matemática, estos son los consejos en los que más coinciden los expertos en bodas y esperamos te sirvan de gran ayuda para escoger el vestido de novia correcto.

INVESTIGA

Aprovecha las ventajas de Internet (Pinterest, por ejemplo) o compra varias revistas de novia para ver muchos tipos de vestidos. Reúne los que más te hayan gustado y te darás cuenta que, aunque diferentes, tendrán algo en común… ¡ese es el estilo que te gusta!

De esa manera, cuando vayas a comprar o mandarte a hacer el tuyo, ya tendrás una idea clara de lo que quieres y se te hará más fácil transmitirlo a la vendedora o costurera (incluso puedes llevarle los recortes de las revistas o enseñarte tu tablero de Pinterest).

 

 

RECUERDA LAS NORMAS

Aunque la iglesia católica es una de las más flexibles en cuanto a la vestimenta, hay ciertas sugerencias que debemos recordar seguir, sobre todo cuando estamos cumpliendo uno de los siete Sacramentos, como señal de respeto.

No lleves los hombros al descubierto, que sea largo (no necesariamente debe tener cola), no uses escotes demasiado pronunciados (ni en el pecho ni en la espalda), usa mangas preferiblemente (si es en temporada de calor, se puede jugar con el tipo de tela o una pieza removible), evita transparencias sensuales e, idealmente, que sea blanco (una consideración por el simbolismo del color).

SÉ REALISTA CON TU PRESUPUESTO

Es un día único, pero no es necesario gastar dinero que no tienes o que puedes usarlo en algo mejor (como una experiencia de luna de miel, una mejor casa, caridad, etc). Además, un vestido más caro no significa que sea más bonito y el Sacramento siempre es lo más importante.

Haz bien tus cuentas, con cabeza fría (no de novia soñadora, que sí, es normal caer en eso con la ilusión que se tiene), y acude a las tiendas o a la modista con este número. No te pruebes nada que exceda tu presupuesto para no caer en tentaciones y recuerda dejar un margen de dinero para los ajustes de última hora y hasta la lavandería de los días después.

Igualmente, considera usar un vestido de alguien de tu familia (si esa persona está de acuerdo, claro)… no sólo por un tema ecológico, sino por el vínculo de amor.

PEINADO Y MAQUILLAJE

El look nupcial no sólo es el vestido… así como ves en esos programas de televisión de vestidos de novias que les hacen un recogido para que se visualicen mejor, tú puedes hacer lo mismo.

No es que tienes que ir al salón ni mucho menos, pero en vez de ir con el cabello recién salido de la ducha y secado al viento, trata de ir con un peinado que sea lejanamente parecido a lo que quieres para el día de tu boda… si es suelto y liso, usa la secadora antes; si es recogido, ponte una pinza; y así.

Lo mismo con el maquillaje, no es lo mismo probarse un vestido de novia con la cara lavada a hacerlo con un maquillaje simple pero lindo (y como la mayoría de los vestidos se ponen por debajo, no vas a mancharlo).

 

 

EL VELO

Ya que hablamos de peinado, que no se nos olvide el velo, que no se trata de un accesorio de moda más, sino una pieza llena de significado, pues simboliza la protección divina sobre la nueva familia. La iglesia no obliga a usarlo, pero es muy bonito tomarlo en cuenta dado a lo que representa. Por cierto, el velo no cuenta como pieza para cubrir hombros o escotes.

CÓMPRALO CON ANTELACIÓN

Es normal que en la planificación de tu boda haya algo de estrés porque, al ser un día tan especial, quieres que todo salga perfecto. Hay eventos y circunstancias inevitables, pero algo en lo que sí puedes ser precavida es en escoger tu vestido de novia con antelación, ya que los ajustes toman su tiempo y, si lo mandas a hacer, mucho más.

Tampoco es que lo debes comprar apenas te comprometes (porque, por ejemplo, debes estar segura de la locación), pero sí un par de semanas o meses antes dependiendo de si lo comprarás ya hecho, lo alquilarás o lo harás desde cero (y qué complejidad tendrá).

 

 

ESCOGE A TUS ACOMPAÑANTES SABIAMENTE

Estoy segura que quieres mucho a tu mamá, tus hermanas, suegra, damas de honor, etc, pero en cualquier decisión es difícil que todo un grupo se ponga de acuerdo, imagina en algo tan subjetivo como un vestido de novia (donde influye el estilo y gusto personal de cada una).

Trata que sean sólo dos o tres personas en cuya opinión confíes más, con quienes compartas un vínculo espiritual, preferiblemente que ya se hayan casado (por su experiencia y aprendizajes en sus propias bodas), que tengan el tiempo y que sean honestas (pero con tacto).

LLEVA ZAPATOS

Algunas tiendas tienen zapatos o sandalias para las pruebas, pero es preferible no usar el calzado que han usado un montón de novias, o a veces es una boutique que sólo tiene vestidos, entonces mejor lleva tú un calzado que sea similar al estilo que ya tú tienes pensado usar ese día (porque es lógico que no tengas tus zapatos de novia todavía), bien sea unos tacones altos o unos flats. También es mejor que optes por zapatos cerrados para la ceremonia religiosa.

CONSIDERA LA LOCACIÓN

Dentro de tu estilo personal y lo que te gusta, también es importante tomar en cuenta el lugar de la boda (tanto la iglesia donde se hará la ceremonia como el lugar de la recepción): ¿Hará calor o frío? ¿Es un lugar cerrado o al aire libre? ¿En la ciudad, en la playa o en el campo? Así como tomas en cuenta estos factores en tu vestimenta del día a día, también hazlo con tu traje de novia.

¡DEJA DE MIRAR Y DISFRÚTALO!

Una vez que encuentres ese vestido que te hizo emocionarte y decidiste comprar, no veas más vestidos. Uno puede tender a auto-sabotearse y a caer en un vicio de inconformidad perpetua.

Asimismo, parece obvio, pero no dejes que la ansiedad de conseguir el «vestido perfecto», la vanidad o las ganas de complacer a los demás te alejen de la alegría de encontrar ese traje que llevarás el día de tu matrimonio y marcará el inicio de tu nueva familia, que es lo realmente importante. Que la moda no sobrepase el sentimiento.

 

 

Escrito por: Adriana Bello, vía Aleteia.

 

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