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El Fin de la Era de la Seguridad Laboral

El paradigma tradicional de la carrera profesional, caracterizado por la estabilidad a largo plazo en una misma empresa y el ascenso jerárquico predecible, se encuentra en una fase de profunda transformación. La globalización, la automatización, la digitalización y las constantes reestructuraciones corporativas han erosionado la noción de seguridad laboral, exponiendo a los profesionales a un nivel de incertidumbre sin precedentes.

Estadísticas recientes respaldan esta tendencia. Según un informe de Gallup, el 50% de los trabajadores han pensado en cambiar de trabajo en el último año, y la rotación laboral voluntaria le cuesta a las empresas estadounidenses un billón de dólares anuales. Estos datos reflejan una creciente inquietud y desconfianza en la estabilidad del empleo, incluso entre aquellos que ocupan posiciones de liderazgo.

El mito de ser indispensable: La fragilidad del poder corporativo

Uno de los mitos más arraigados en el mundo corporativo es la creencia de que somos indispensables. Los profesionales, especialmente aquellos que han alcanzado posiciones de poder e influencia, suelen sobreestimar su valor dentro de la organización. Sin embargo, la realidad es que el sistema corporativo opera bajo lógicas de eficiencia y rentabilidad, donde los individuos son, en última instancia, reemplazables.

El cargo, si bien otorga autoridad y reconocimiento, es una construcción efímera. Las reestructuraciones, las fusiones y adquisiciones, los cambios en la estrategia empresarial, pueden eliminar departamentos enteros y dejar a profesionales experimentados en la calle de la noche a la mañana.

Como señala un estudio de la consultora McKinsey, las empresas del S&P 500 tienen una esperanza de vida promedio de menos de 20 años, en comparación con los 60 años en la década de 1950. Esta volatilidad corporativa se traduce directamente en inestabilidad laboral para los profesionales, quienes se ven obligados a reinventarse y buscar nuevas oportunidades con mayor frecuencia.

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La competencia globalizada: Un escenario desafiante

Otro factor que agrava la situación es la creciente competencia en el mercado laboral. La globalización y la digitalización han eliminado las barreras geográficas, permitiendo que las empresas accedan a talento en cualquier parte del mundo. Esto ha intensificado la competencia, especialmente para los profesionales de mayor edad, quienes se enfrentan al reto de competir con talento emergente, a menudo dispuesto a ofrecer sus servicios a un costo menor.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el desempleo juvenil alcanzó un 13,1% en 2022, afectando a 73 millones de jóvenes en todo el mundo. Esta cifra subraya la presión que ejercen las nuevas generaciones sobre el mercado laboral, obligando a los profesionales establecidos a demostrar constantemente su valor y relevancia.

La obsolescencia profesional: El riesgo de quedarse atrás

Ahora que la tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, la obsolescencia profesional se ha convertido en un riesgo real. Las habilidades y conocimientos que hoy son valiosos pueden quedar obsoletos en cuestión de meses, obligando a los profesionales a una constante actualización y aprendizaje.

El Foro Económico Mundial estima que el 50% de todos los empleados necesitarán volver a capacitarse para 2025, a medida que aumenta la adopción de la automatización y la inteligencia artificial. Esta cifra evidencia la necesidad de que los profesionales inviertan en su desarrollo profesional y adquieran habilidades transferibles que les permitan adaptarse a los cambios del mercado.

La Marca Personal: Un seguro de vida profesional

Ante este panorama de incertidumbre, la construcción de una Marca Personal sólida emerge como una estrategia esencial para la supervivencia y el éxito profesional. La Marca Personal trasciende el cargo y se centra en el valor único que cada profesional aporta: su experiencia, sus habilidades, su propósito y sus valores.

A diferencia del empleo tradicional, que depende de la voluntad de un empleador, la Marca Personal es un activo que pertenece al profesional y que lo acompaña a lo largo de su carrera. Una Marca Personal bien definida permite a los profesionales:

  • Tomar el control de su narrativa: En lugar de ser definidos por el sistema, los profesionales pueden moldear su propia historia, comunicar su propuesta de valor de manera auténtica y construir una identidad profesional sólida.
  • Diferenciarse de la competencia: En un mercado competitivo, la Marca Personal permite destacar los atributos únicos que hacen a un profesional insustituible, más allá de las credenciales genéricas o la experiencia laboral convencional.
  • Construir una red de contactos estratégicos: Las redes profesionales, especialmente LinkedIn, se convierten en plataformas para establecer relaciones significativas, acceder a oportunidades ocultas y colaborar con otros profesionales en proyectos innovadores.
  • Aumentar su influencia y visibilidad: Una Marca Personal potente posiciona al profesional como un referente en su campo, atrayendo la atención de empleadores, clientes y colaboradores potenciales.
  • Garantizar su relevancia a largo plazo: Al centrarse en habilidades transferibles, aprendizaje continuo y un propósito definido, los profesionales construyen una base sólida para adaptarse a los cambios del mercado y mantenerse relevantes a lo largo de su carrera.

El rol de las empresas: Fomentar el desarrollo de Marca Personal

Las empresas también tienen un papel que desempeñar en este nuevo modo de trascender. Alentar y apoyar a sus empleados en la construcción de su Marca Personal, las empresas pueden fomentar el compromiso, la innovación y la atracción de talento.

Según un estudio de LinkedIn, las empresas con una fuerte presencia de marca empleadora tienen un 50% menos de costo por contratación y un 50% menos de rotación de personal. Estos datos demuestran que invertir en el desarrollo profesional de los empleados, incluyendo la construcción de su Marca Personal, tiene un impacto positivo en la rentabilidad y la sostenibilidad de la empresa.

Hacia un futuro profesional proactivo

El futuro del trabajo exige un cambio de mentalidad radical. La seguridad ya no reside en la estabilidad del empleo, sino en la solidez de la Marca Personal. Los profesionales deben abandonar la pasividad y asumir un rol proactivo en la gestión de su carrera, invirtiendo en su desarrollo profesional y construyendo una identidad que los defina más allá de su cargo.

Hoy, la Marca Personal se convierte en el activo más valioso, el escudo contra la incertidumbre y la llave para abrir las puertas de un futuro profesional exitoso y con propósito.

Susana Calero

Coach de Marca Personal & LinkedIn

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