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El estado nutricional de la madre antes del embarazo, tiene un impacto mayor en el peso del niño al nacer, que el incremento de peso durante el embarazo.

Una nutrición adecuada en el embarazo es muy importante para la salud de la mamá y del bebé porque es necesario cubrir los requerimientos nutricionales de ambos, lograr un buen desarrollo del bebé, mantener un peso saludable en ambos y prevenir complicaciones.

La alimentación saludable de la mujer previo al embarazo es un factor que influye en su fertilidad, pero en algunos casos las mujeres no llegan a su requerimiento nutricional y puede dificultar la concepción. Lo ideal es buscar asesoramiento nutricional al menos 3 meses antes para guiar y cuidar cada etapa.

El embarazo requiere siempre de un cuidado especial, por lo que en esta etapa la nutrición debe ser completa, moderada, balanceada y variada, que combine en su mayoría alimentos naturales de calidad nutricional, para satisfacer los requerimientos de macro y micro nutrientes.

 

 

Recomendaciones

Recomendaciones a tener en cuenta en esta etapa:

Antes, durante y después del embarazo mantener un estilo de vida saludable, es decir alimentación saludable que incluya alimentos con fuentes de calcio, hierro, ácido fólico y omega 3 entre otras, una adecuada hidratación, actividad física, controlar los niveles de estrés y tener una buena calidad de sueño.

Conocer el estado nutricional de la mujer, es decir si hay bajo peso o sobrepeso para hacer un plan nutricional adecuado para que ambos estén saludables en el embarazo.

No se debe hacer dietas restrictivas en esta etapa, sino aprender a balancear los alimentos y también variar las fuentes para garantizar una correcta nutrición.

Cada mujer y embarazo son distintos, así que es muy importante seguir las recomendaciones que el médico y nutricionista hagan según la evaluación de cada caso.

Hay que evitar consumir mariscos crudos, pescados altos en mercurio, huevos crudos, carnes crudas o poco cocinadas, alcohol, cigarrillo y exceso de cafeína, colorantes, alimentos altos en sodio y azúcar.

Los alimentos hay que tratar de consumirlos pasteurizados, bien cocinados y tener un buen cuidado con el lavado de los vegetales y frutas.

Cuidar la salud de la flora bacteriana es muy importante, ya que esto fortalece el sistema inmune y evita enfermedades, infecciones y virus, además que evita el estreñimiento. Por estas razones es ideal consumir probióticos (bacterias buenas) y prebióticos (fibra alimentaria).

Es necesario aumentar la ingesta de ciertos macro y micro nutrientes en el embarazo como son carbohidratos, proteína, grasas buenas, hierro, calcio, ácido fólico, zinc, colina, omega 3, vitamina C, vitamina D, vitamina A y complejo B.

 

 

Actividad física y el control del estrés

La actividad física es necesaria porque mejora la circulación sanguínea y la presión arterial, ayuda a mantener un peso saludable, reducir el riesgo de preeclampsia, tonifica los músculos, mejora la capacidad respiratoria, mejora la oxigenación del bebé, aumenta los niveles de energía y previene el estreñimiento.

El estrés es un factor preciso de controlar porque baja las defensas, puede elevar la presión arterial, provocar trastornos del estado de ánimo y todo aquello que la madre experimente como tristezas, miedos, angustias, dolores, ansiedades y preocupaciones van a ser sentidos también por el bebé y pueden afectar en su desarrollo.

 

 

Vivir un embarazo saludable

Para vivir un embarazo saludable hay que hacerlo con la plena conciencia de que todas las decisiones de los padres antes, durante y después del embarazo van a influenciar en el desarrollo del bebé y en su salud.

Es importante tomar en cuenta la nutrición que aportan los alimentos, pero también el amor que viven en ese tiempo. Es una etapa de mucha atención y responsabilidad porque se trata de un ser humano que necesita ser cuidado en todos los aspectos desde el vientre materno. ¡Cuidar es amar!

 

 

Escrito por: Melissa Coto, Nutricionista. IG: @melissacoto_

 

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