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La rivalidad entre hermanos es algo natural, ¿pero cómo manejarlo en casa?

¡Pelean todo el día! Típica frase de madre de dos o más niños. Y es que las peleas entre hermanos son algo común e inevitable. Los celos, la demanda de atención a los padres, las ganas de ser el hijo favorito, son solo algunas de las causas y a veces a los adultos se nos acaban las estrategias y empiezan las preguntas:

¿Debo intervenir en la solución de los conflictos?

Muchos te dirán que los dejes solucionar solos sus problemas, pero como padres tenemos el rol de guías. Debemos estar atentos a la manera en la que resuelven sus dificultades e intervenir, si fuera necesario, como mediador del conflicto y ayudándolos a buscar la solución. En un momento de enojo lo más fácil es separarlos o castigarlos, pero al hacerlo, el aprendizaje es nulo y les estamos enseñando a perder el control frente a los problemas.

Pautas para la intervención:

  • No busques culpables ni víctimas, ni escojas un lado, esto solo creará celos o resentimientos innecesarios.
  • Permítele a cada uno exponer su punto de vista, ayúdalos a reflexionar y a ponerse en el lugar del otro.
  • Las soluciones deben basarse en el respeto, nunca en violencia física o verbal.
  • Si es necesario imponer una consecuencia, debe estar relacionada a lo ocurrido. Por ejemplo: si uno rompió el juguete del otro, podría del dinero de su alcancía sacar para un nuevo juguete o ceder uno de los suyos.

¿Las riñas afectarán su desarrollo?

Sí, pueden afectar de manera positiva o negativa su desarrollo emocional y social. Por esto, debemos aprovechar los conflictos para convertirlos en situaciones de aprendizaje. Esto los dotará de herramientas que les ayudará a desenvolverse de mejor manera en ámbitos sociales como la escuela y posteriormente en su vida adulta para comunicarse con sus pares.

Qué pueden aprender:

  • Resolver los conflictos mediante el diálogo.
  • Escuchar, aceptar y respetar las diferentes opiniones
  • Desarrollar empatía por los demás.
  • Autorregular sus emociones y no responder de manera explosiva (furia o llanto) ante las pequeñas dificultades.

¿Cómo evitar las peleas?

No podemos evitar las riñas entre hermanos, pero podemos intentar mantener un ambiente positivo en el hogar, mediante actividades que los ayuden a mejorar la comunicación y el respeto como:

  • Actividades de hijos contra padres. Por ejemplo: ¿cuál de los dos equipos puede armar primero una torre de naipes? Este tipo de actividades creará complicidad entre ellos y los unirá indudablemente.
  • Respetar la individualidad de cada uno, ser hermanos no significa que compartan los mismos intereses, ni que deban estar de acuerdo siempre. A veces caemos en el error de querer que estén juntos todo el tiempo y hasta los inscribimos en el mismo extracurricular. Recordemos que una de las causas más frecuentes de las peleas entre hermanos es “la demanda de atención a los padres”, entonces intenta mantener espacios en los que puedas compartir a solas con cada uno.
  • Establecer normas de respeto. Explícales que es normal tener diferentes opiniones, pero hay límites que se deben respetar, como nunca llegar a la confrontación física o irse a dormir enojados.

La buena noticia es que el manejo de los conflictos es una habilidad que se va desarrollando con el paso de los años, así que con el tiempo tu intervención cada vez será menor. No olvides aprovechar estas situaciones para ayudarlos a crecer en madurez, empatía, respeto y así enseñarles habilidades para la vida.

Por Belén María Proaño Serrano
Máster en Atención Temprana
@mundosinetiquetas

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