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TAGSA, uno de sus principales pilares de gestión es la inclusión laboral de colaboradores con discapacidad.

La Terminal Aeroportuaria de Guayaquil S.A. (TAGSA) inició su administración y operación del Aeropuerto Internacional de Guayaquil en el año 2004 con el claro objetivo de brindar el mejor servicio posible a los usuarios de la terminal.

Para cumplir los objetivos propuestos TAGSA siempre consideró que en su gestión de responsabilidad social empresarial (RSE), un punto fundamental sería, es y será el incorporar a personal discapacitado para atender al público y usuarios de las instalaciones aeroportuarias. Para esto logró la participación del Centro de Entrenamiento Vocacional (CEVE) de FASINARM con quienes trabaja estrechamente en el reclutamiento del personal con capacidades especiales.

 

 

Un verdadero ejemplo de inclusión

En el año 2006 cuando entra en operaciones el Aeropuerto Internacional José Joaquín de Olmedo, se le brindó la oportunidad laboral a 12 con síndrome de Down o algún tipo de discapacidad mental. Luego de diez años en el 2016 ingresó a laborar la primera persona con discapacidad auditiva.

«El convenio que mantenemos con FASINARM es de preparación de jóvenes, ellos nos entregan carpetas de personal que ya ha cumplido con sus requerimientos de preparación laboral, pero la decisión final la tenemos nosotros acá e TAGSA, porque también les realizamos exámenes complementarios para ver si están en condiciones de trabajar con nosotros», comenta Daniela Arosemena Aguirre, Directora de Responsabilidad Social y comunicación de TAGSA.

Arosemena indica también que el contratar empleados con algún tipo de discapacidad va más allá de lo que la Ley les exige, es más en TAGSA sobrepasan el cupo mínimo requerido de personal con capacidades especiales, porque cada uno de ellos son realmente importantes para el correcto funcionamiento de la terminal aeroportuaria.

«A diferencia de otras empresas, los chicos aquí trabajan todos en la misma área y tiene una supervisión constante, eso les ha permitido convertirse en una pequeña comunidad donde se apoyan entre ellos».

La Directora de Responsabilidad Social y comunicación de TAGSA expresa también que la colaboración con FASINARM va más allá de la selección del personal, porque hoy están trabajando en proyectos para mejorar la calidad de vida de sus colaboradores.

«Buscamos que nuestros empleados salgan adelante, estudien y puedan ver cumplidos sus sueños tanto en el ámbito personal y profesional, a eso le llamamos verdadera inclusión e igualdad de oportunidades», asegura Arosemena.

Cuando vemos que alguno de nuestros empleados tiene problemas, conversamos con él y con su familia, para encontrar una solución.

 

 

Ejemplo de superación

Axel Flores Briones, de 26 años, es uno de los 20 empleados con discapacidad que labora en TAGSA. Él tiene deficiencia auditiva severa y se comunica por lenguaje de señas. Es el mayor de tres hijos del matrimonio Flores Briones.

 

 

«Cuando Axel tenía un año sufrió una meningitis que lo tuvo en coma una semana, los médicos no nos daban mayor esperanza de su recuperación o de los resultados finales si es que se recuperaba. Milagrosamente se recuperó, nosotros pusimos toda nuestra fe en Dios y gracias a Él se recuperó. Luego de recuperarse y regresar a su casa sus padres notaron algo raro, ya no era el mismo y lo llevaron a la pediatra quien les comunicó que Axel había perdido la audición como secuela de la meningitis», cuenta Martha Briones, madre de Axel.

Martha también indica que al inició fue muy difícil asimilar la condición de daño auditivo severo de Axel, porque no sabían cómo enseñarle y fue una lucha muy larga que con la ayuda de sicólogos y oración lograron ayudarlo, quien actualmente es un joven risueño, alegre, amiguero y de muy buen carácter.

«Axel culminó sus estudios secundarios en el colegio Santiago de Las Praderas y quería trabajar, pero se le hacia muy difícil conseguir trabajo. Alguien nos comentó de FASINARM e ingresó, y después de un año de capacitación en el programa de inserción laboral que tiene esta institución, logró entrar a TAGSA, y eso me llena de mucha felicidad y no se imaginan lo feliz que es él trabajando aquí, donde pone en práctica todo lo aprendido, valores como: responsabilidad, honestidad, puntualidad, etc.», puntualiza Martha.

Es importante conocer que Axel ingresó a laborar en TAGSA hace 5 años como auxiliar de servicios generales.

Mediante lenguaje de señas indica que él es encargado de organizar coches, ayuda a los turistas e incluso ha ayudado a pasajeros con discapacidad auditiva a ubicarse dentro de las instalaciones.

A Axel le gusta mucho su lugar de trabajo, porque a aparte de haber hecho varios amigos, considera a sus empleadores muy respetuosos y sobre todo que le pagan puntualmente su sueldo (lo expresa entre risas).

Finalmente es bueno saber que tener este trabajo le ha permitido iniciar la compra de un terreno, en el que piensa construirse su casa y tener una pequeña piscina, para cultivar peces como un emprendimiento personal.

Durante la pandemia y hasta hoy, Axel ayuda económicamente en casa, y le compra las pastillas para el corazón a su mamá.

 

 

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