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¿Cómo podemos educarnos en la era del internet y las redes sociales? ¿Cuál debe ser la postura de los padres ante la avalancha de información a la que se enfrentan sus hijos? ¿Qué rol juegan la escuela y la familia ante esta situación?

Estas son algunas de las preguntas que muchos padres se plantean ante la inminente entrada de las tecnologías de la información en la vida de sus hijos, pero finalmente: ¿qué es lo que realmente puede hacer?

Para Charo Sábada, vicedecana de Investigación y Postgrado de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, el nuevo entorno digital pone en relieve que los problemas educativos de siempre han de abordarse con nuevos enfoques. Mucho más si se tiene entre manos la responsabilidad de educar a niños o adolescentes, por lo que se genera entre los padres una gran inquietud.

Es responsabilidad de los padres del siglo XXI dar respuesta a estas preguntas. Además, adentrarse a los retos con el fin de poder acompañar y ayudar a sus hijos a hacer frente con éxito a este aluvión digital. “Debemos enseñarles que hay cosas muy valiosas de nuestra vida que no se deben compartir con todo el mundo porque, de esta manera, pierden su valor”, manifiesta Charo

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Además, apunta que hay cuatro virtudes cardinales básicas para afrontar las nuevas tecnologías con los hijos.

—La prudencia: que les ayuda a valorar sus actos, a pensar en lo que van a publicar. En si uno se siente cómodo con que otros vean determinada información, a reflexionar si en un futuro les gustaría encontrarse esa información las redes sociales.

—La justicia: permite que respeten la imagen de los demás. No hablar mal de otras personas, aunque sea en grupos cerrados.

—La fortaleza: es la clave para la madurez. Consiste en plantear un tema y pensar en si se está de acuerdo o no con él para ganar confianza en las propias creencias y convicciones. Ayuda a ser coherente con uno mismo.

—La templanza: virtud que fomenta que se usen las cosas en su justa medida. La tecnología ocupa un lugar importante en su día a día. Sin embargo, también debe haber espacio para ocuparse de otros asuntos como leer, hacer deporte, ayudar a los demás, entre otros. De esta manera conseguirán disfrutar de una “dieta digital” saludable.

Todas estas virtudes cardinales ayudan a formar el carácter de los menores y que su felicidad sea posible. Asimismo, que la educación y tecnología deben ser aliados, es una de las principales herramientas para poder estar al tanto de cómo los chicos están adentrándose en este mundo.

Vía: ABC España

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