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El delantero francés se convirtió en la inspiración de libros para niños, donde se narra el recorrido deportivo del futbolista, hasta llegar al más alto nivel.

No hay duda de que Antoine Griezmann es un símbolo de respeto, solidaridad, espíritu de equipo y determinación. En octubre de 2017, hizo el anuncio de la publicación de los dos primeros volúmenes de Goal, una serie de libros inspirados en su propia vida y destinados a niños de entre 8 y 12 años, a través de su cuenta de Facebook. “Para convertirme en futbolista, tuve que superar muchos obstáculos y no rendirme nunca. De pequeño, me hubiera encantado haber leído una serie inspirada en la historia de Beckham o de Zidane”, afirmó el deportista.

Libros que transmiten valores

La serie, titulada Goal, El nombre escogido para designar al personaje principal, ‘Tony Grizi’, el aspecto enclenque conferido por los trazos del lápiz, su corte de pelo rubio y sus grandes ojos azules evocan al preferido de los fans de “los azules” franceses.

Aunque el futbolista no participó en la escritura de los textos, fue él quien elaboró el hilo conductor de las historias narradas, dedicándose también a recoger guiños y anécdotas de su propia carrera.

A través de estas seis novelas, el editor Michel Lafon pretende seducir a un público joven y transmitir valores fundamentales. Suficiente para “educar” a las generaciones más jóvenes, cuya cruel carencia de puntos de referencia a veces se pone de relieve.

Los textos fueron escritos por Olivia de Dieuleveult y Fabrice Colin, los dibujos están firmados por Isabelle Esacalante. La ilustradora fue seleccionada a través de un concurso lanzado en las diferentes cuentas que Antoine Griezmann tiene en las redes sociales.

Su gran actuación en el Mundial

El remate de Antoine Griezmann venció las manos débiles de Fernando Muslera y se transformó en un gol clave para el partido de Francia ante Uruguay. El balón infló la red, significando la segunda anotación y generando una distancia en el marcador que con 60 minutos de partido consumados parecía irremontable. Más allá de la importancia, el francés no lo celebró y llamó la atención. El atacante que sumó su tercera anotación en la actual Copa del Mundo confesó:

Es difícil controlar la emoción, era un partido muy emocional para mí, enfrente tenía amigos. No quería gritar el gol y tampoco me vino. Después, cuando pitó el árbitro el final, tampoco tenía esas ganas de celebrarlo

El futbolista también comentó que recibió el apoyo de un uruguayo que le enseñó “lo bueno y lo malo en el fútbol” y que por ese motivo tiene mucho respeto por Uruguay. Griezmann también es compañero de Diego Godín -padrino de bautismo de su hija- y de José María Giménez. «Les debo mucho, y tengo muchos amigos uruguayos», advirtió el jugador, ícono del buen fútbol.

Vía Aleteia e Infobae.

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