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Conoce los cuatro arquetipos femeninos, que ayudan a explicar los roles o momentos de la mujer en su día a día. ¡Comparte!

En el psicoanálisis de Carl Jung podemos encontrar dos aportes interesantes, a partir de teorías preexistentes, el primero es el inconsciente colectivo que podemos definir como el conjunto de elementos interpersonales – normalmente subliminales – que son compartidos por un conjunto de individuos, como la cultura, la idea de arte, las relaciones con otras personas. Diferente al inconsciente personal.

El segundo concepto a entender es el del arquetipo como el primer modelo o idea compartida de un elemento, acto o emoción, vamos a poner un ejemplo: el arquetipo de maternidad define de una manera completamente inconsciente cómo funciona la madre y desde allí esta madre mujer puede adoptar su rol.

Estos dos conceptos están íntimamente ligados, parte de la propuesta de Jung es que el inconsciente colectivo se sostiene en los arquetipos grupales y viceversa, esta unión podemos apreciarla desde los mitos ancestrales de los cuales se abstraen los modelos arquetípicos.

 

 

¿Qué se entiende por arquetipos?

Es importante tener claro que muchas culturas comparten la misma definición del modelo del arquetipo, por ejemplo, la madre se define de la misma manera en culturas que no se habían relacionado o conocido entre sí.

A partir de los trabajos de Jung se desarrollaron más conceptos para la definición de mujer, en este espacio voy a trabajar con los arquetipos que se consideran “pertinentes” a las mujeres, no para limitarlas, sino, justamente para abrir la mirada a las diferentes posibilidades de ser mujer y, además, comprenderla como cíclica, cambiante.

En la actualidad Miranda Gray, escritora e ilustradora, ha propuesto entre otras ramas el trabajo hacia la espiritualidad y el saber ancestral femenino, además, ha publicado libros significativos para la comprensión de los arquetipos femeninos en relación a su ciclo menstrual, el más popular es Luna Roja, material con el cual también se proponen los círculos de mujeres como espacios de reconexión con la fuerza o energía femenina.

 

 

4 arquetipos clásicos

Los 4 arquetipos clásicos que se proponen para explicar los roles o momentos de la mujer son:

  • La bruja: ella es la belleza, madurez y sensualidad, la mirada interna, que sabe oírse y proyectarse hacia afuera. Es un arquetipo también de energías que van y vienen, es recíproca.
  • La virgen o la doncella: representa la energía que se mueve, que juega, tiene ímpetu, está lista para hacer que las cosas pasen, se la relaciona con la luna nueva. Ella es renacer, fuerza y valor, da la sensación de seguridad. Es la niña que migra a joven.
  • La madre: un arquetipo de profundo peso social, que podríamos decir ha totalizado la definición de mujer, hoy por la lucha de muchas mujeres, algunas pueden decidir no ser madres, sin por esta razón excluir el proceso de maternal. La madre puede tener varios hijos, todos completamente significativos desde su realidad, porque su función es maternal, no parir. ¿Qué es maternal, a qué hace referencia el arquetipo de la madre? Este arquetipo se muestra como las energías que se sustentan entre sí, la relación de unión recíproca de cuidado y contención.
  • La sabia: mi arquetipo favorito, es una mujer que contempla, ya no tiene fuerza, pero sí toda la quietud necesaria para ver la vida fluir, su energía es dinámica, hacia adentro, está relacionada con la trascendencia y el saber, es calmada sin necesidad del exterior.

 

JÓVENES 1

 

Su función en nuestros ciclos

Para qué nos puede ayudar conocer estos arquetipos, para permitirnos vivirlos y reconocernos en cada uno de ellos, el movimiento es salud y la salud es ir probando diferentes formas de vivirnos y experimentar las cosas que pasan con nosotras mismas.

Desde la propuesta de Miranda Gray vivir estos arquetipos relacionados a nuestro ciclo nos permitirá entendernos en cada una de las fases y respetar lo que nuestro cuerpo y nuestra energía necesita, que en un día como hoy recordemos la importancia de respetarnos desde nuestras diferencias, de poder experimentarnos y decidir cómo vivir la vida es realmente conmemorar la lucha de nuestras compañeras, es reconocernos iguales en la diferencia parte de lo que nos llevará a un mundo más igualitario y justo.

 

MAMÁ 1

 

Escrito por: María del Carmen Rodrigo, sicóloga clínica.

 

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